Ser tolerante significa aceptar las diferencias de los demás, pero estas diferencias no implican tolerar las injusticias. Consulta en este artículo algunas claves para enseñar respeto y tolerancia a nuestros hijos. ¡Recuerda que los padres somos su modelo!
Desde el año 1995, todos los 16 de noviembre las Naciones Unidas (ONU) conmemoran el Día Internacional de la Tolerancia. ¿Pero qué es realmente ser tolerante? Algunos autores señalan que la tolerancia es muy fácil de aplaudir, muy difícil de explicar y más todavía de aceptar. En Elbebe.com estamos de acuerdo.
Ser tolerante significa aceptar que somos diferentes, tanto en apariencia como en nuestra forma de comportarnos y expresarnos. Tolerar significa aceptar las opiniones de los demás, no imponer las nuestras. La tolerancia es la armonía en la diferencia. Aunque estas diferencias no implican, en ningún caso, tolerar las injusticias.
Ser tolerante es sobre todo aceptar que existen otras culturas, otras formas de ver la vida. Por el contrario, la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia. Todas ellas merman nuestra autoestima y nos hacen mucho daño.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Claves para enseñar respeto y tolerancia a nuestos hijos
Los padres somos los encargados de educar y enseñar valores a nuestros hijos. Difícilmente un niño llegará a ser tolerante si sus padres no lo son, no respetan a los demás o tienen multitud de prejuicios… Los padres somos el espejo en el que nuestros hijos se miran. Los niños aprenden de nosotros a través de nuestras actitudes y comportamientos.
Algunas claves para enseñar respeto y tolerancia a los niños son:
Establecer normas y límites y reforzar los valores positivos
Las normas y límites proporcionan a nuestros hijos seguridad y confianza. Para nuestros hijos significan también que no todo vale.
Por otra parte, si vemos que nuestro hijo comparte, es generoso y solidario con sus compañeros o se siente mal cuando observa una injusticia, es importante hacérselo saber. Esto es lo que se conoce en psicología como refuerzo positivo. El refuerzo positivo favorece que una conducta se vuelva a repetir.
Dialogar con los niños sobre sus sentimientos
Expresar nuestros sentimientos, ya sean positivos (alegría, satisfacción…) o negativos (frustración, enfado…), nos ayuda a desahogarnos, a liberar nuestras tensiones y a dar a conocer nuestros miedos. Si dialogamos con los niños sobre lo que les pasa estaremos mostrando cercanía, afecto y disponibilidad como padres. Esto proporciona seguridad a nuestro hijo. Nuestro hijo se sentirá escuchado y comprendido. También estaremos favoreciendo que nuestro hijo aprenda a tolerar su frustración.
Leer cuentos a los niños y jugar en familia
Los cuentos nos ayudan a transmitir valores a nuestros hijos. Por ejemplo, juntos, en casa, podemos leer El patito feo. Una vez leído, podemos hacer juntos preguntas sobre el personaje, sobre cómo se siente…
Los padres también podemos jugar con nuestros hijos a cualquier juego, como los juegos de mesa (el parchís, la oca…). Mediante estos juegos nuestros hijos aprenden a respetar los turnos.
Conocer otras culturas y viajar
Viajar nos permite conocer otras costumbres y otras formas de vida. Esto hace que los niños comprendan que no todo el mundo es igual, ni se comportan de la misma forma que nosotros. Permite ampliar nuestro conocimiento y enriquece nuestro bagaje cultural.
