Muchas mujeres piensan que no tienen leche o que su leche es insuficiente. Esta percepción, la mayor parte de las veces, es errónea. Pero aún así, la falsa percepción de hipogalactia supone, en muchas ocasiones, el fin de la lactancia materna. Que las madres conozcan esta frecuente situación ayuda a prevenir que la padezcan y que finalicen la lactancia debido a una falsa creencia.
La hipogalactia es la incapacidad de producir leche.
Muchas madres piensan que no tienen leche o que tienen poca. Este pensamiento puede estar motivado por diversas causas: creen que el niño se queda con hambre porque llora, que no aumenta de peso porque la madre tiene poca leche, mama durante mucho rato porque sale poca leche, mama poco rato porque no sale leche, la madre tiene los pechos pequeños porque no tienen leche, etc.
Así pues, hay muchas situaciones que hacen pensar a una madre que tiene poca leche o que ésta es de mala calidad. Esto es así por la inseguridad que sienten muchas madres ante la lactancia. Muchas mujeres han llegado a convencerse de que lo raro es tener leche.
Esta sensación materna de tener poca leche es la causa más frecuente para comenzar a dar al bebé suplementos con sucedáneos y suprimir la lactancia materna. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, esta sensación no se corresponde con la realidad.
Aún así, existen casos de hipogalactia verdadera, generalmente causados por alteraciones hormonales, nutricionales o glandulares de la madre. Se estima que la hipogalactia tiene una prevalencia del 5% y, en muchos casos puede prevenirse o resolverse.
En este artículo sobre la hipogalactia:
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Falsa percepción de hipogalactia
La falsa percepción de hipogalactia (la madre cree que no tiene leche, pero en realidad sí tiene) es muy frecuente.
Esto se debe, en muchos casos, al estrés y la fatiga de la madre tras el parto. La madre se enfrenta a una situación desconocida: el amamantamiento. Esto puede generarle miedos y angustia pensando que no está alimentando bien a su bebé recién nacido porque no tiene leche suficiente.
El llanto del recién nacido, a veces frecuente e inconsolable, hacen que algunas madres piensen que el bebé tiene hambre, sin valorar otras posibles causas del llanto.
Del mismo modo, es frecuente olvidar que el pecho materno no es sólo alimento para el bebé. Muchas veces, el bebé mama porque busca seguridad, contacto e interacción con su madre. Por lo tanto, el hecho de que el bebé busque el pecho con mucha frecuencia no tiene por qué estar indicando que el bebé se queda con hambre.
Es importante que las madres que dan el pecho tengan presente que sus bebés no sólo maman para alimentarse, si no que maman también porque necesitan succionar para consolarse.
¿Cómo se detecta la hipogalactia?
Para evitar situaciones de falsa percepción de hipogalactia que conduzcan al fin innecesario de la lactancia, las mujeres que estén experimentando esta sensación deben consultar con su médico o matrona.
La detección y diagnóstico de hipogalactia debe hacerla un profesional. Hay dos criterios fiables que permiten evaluar si existe hipogalactia verdaderamente:
- El bebé presenta una ganancia de peso escasa.
- Las micciones del bebé son de escasa cantidad de orina concentrada.
También pueden ser indicadores de hipogalactia la falta de percepción por parte de la madre de subida de la leche los primeros días tras el parto y que las deposiciones del bebé sean escasas, oscuras o verdosas después del quinto día de vida.
Después de la sexta semana de vida, el aumento de peso del bebé y que moje más de 4 ó 6 pañales por día son datos suficientes para saber que la ingesta de leche es adecuada.