El cabello de los bebés recién nacidos no requiere excesivos cuidados, solo cepillarlo a diario con un cepillo suave para bebés. El pelo con el que nace el bebé será sustituido en sus primeros meses de vida, por lo que no hará falta cortárselo. Su cuero cabelludo suele ser muy graso y puede aparecer la llamada «costra láctea».
El pelo con el que nace el bebé es sustituido, de forma paulatina y casi imperceptible, por el pelo definitivo. De ahí que no sea necesario cortárselo durante los primeros meses. Además, resulta algo difícil de hacer, ya que el recién nacido no es capaz de sostener la cabeza por sí mismo.
Dado el carácter graso del cuero cabelludo del recién nacido, pueden aparecer unas escamas de color marrón en la cabeza que se conocen como «costra láctea». El cepillado diario del cabello después del baño evita la formación de esta costra. Se debe utilizar un cepillo de cerdas suaves que no arañe su cuero cabelludo.
Si la costra láctea se ha formado ya, es necesario limpiarle la zona con aceite de almendras, aceite de oliva o vaselina y, transcurridas unas horas, lavarle la cabeza con un champú neutro para bebés. La costra láctea se desprenderá por sí sola al cabo de varios lavados.