Las vísceras son los órganos y las partes no musculares de los animales. Agunos ejemplos de vísceras son hígado, riñón, lengua o sesos. Están formados por fibras cortas, por lo que se mastican con facilidad. Tienen un valor nutricional parecido al de las carnes. Hay que tener cuidado con algunas de ellas porque tienen altos valores de colesterol.
Son diferentes partes de los animales. Algunas son «rojas»: el hígado, los riñones, el corazón, los pulmones, los callos (partes de las tripas). Otras son «blancas»: los sesos y las criadillas.
Tienen contenido de proteínas similar a la carne, pero las «blancas» contienen excesiva proporción de grasa saturada, por lo que no se debe abusar de ellas.
Todas las vísceras contienen mucho hierro y vitaminas A, D y B. La más utilizada en la dieta infantil es el hígado.
Un producto derivado es el foie-gras, aunque algunos productos actuales englobados bajo la denominación común de «paté» no se hacen de hígado y pueden contener excesiva cantidad de grasa.
El auténtico «foie» se hace con hígado de pato y es extra-graso debido a la alimentación que se da a esos animales.