Dar frutas, verduras o papillas a tu bebé puede resultar una tarea muy laboriosa. Para un bebé, pasar de tomar solo leche materna a algo tan diferente como un trozo de manzana no es fácil. Seguro que te está costando y, por ello, te damos una serie de trucos para que el momento de la comida con tu bebé deje de ser un calvario y se convierta en algo agradable.
1.-Predica con el ejemplo
Si tú no comes verduras ni frutas o nunca las tienes visibles por la cocina ni le hablas de ello a tu bebé, es imposible que acepte ese nuevo alimento. Por tanto, lo que tienes que hacer es empezar a comerlas junto a él. Que las vea, que las huela y, un día, comiendo todos en familia, empiezas a darle pequeñas porciones para ver cómo reacciona.
2.- Que se divierta en la cocina
Cuando vayas a preparar un plato de verdura, una papilla o quieras darle fruta, invítale a la cocina. Juega con él. Que participe en la elaboración del plato. Así, lo verá como algo suyo y cuando se lo vayas a dar, quizá lo acepte mejor.
3.- Dale siempre pequeñas raciones
Queremos que coma, pero no nos podemos volver locos y ponerle un plato repleto de verduras. Dejemos que el niño decida, que se sienta cómodo. Por eso, es recomendable darle pequeñas cantidades y, cuando quiera más, lo pedirá y nosotros se lo daremos encantados. De esta forma, no habrá nunca conflictos y no obligaremos a que se lo coma todo.
4.- No insistas siempre con el mismo alimento
Puede pasar que nos empeñemos en que nuestro hijo coma, por ejemplo, espinacas. Pero hay que recordar que no hay alimentos imprescindibles, sino grupos de alimentos imprescindibles. Por tanto, puedes probar con otras verduras u hortalizas como el brócoli, el calabacín, la zanahoria o la coliflor.
5.- Que tu hijo no esté cansado
Quizá nos obsesionamos más en lo que le damos de comer que en qué estado se encuentra nuestro bebé. Un hecho que los expertos siempre alertan es que si nuestro hijo está muy cansado, lo más probable es que no quiera comer nada. Un consejo para que el bebé llegue con fuerzas a la cena es acostarle un rato por la tarde y, al despertar, a medida que pase el tiempo, estará mucho más receptivo a la comida.
Todos estos consejos los puedes utilizar independientemente de lo que le quieras dar de comer a tu bebé.
A continuación, te resumimos muy brevemente cómo dar estos 3 alimentos.
¿Cómo dar fruta a un bebé?
Los bebés están acostumbrados a sabores dulces o salados. Por tanto, el ácido de la fruta no lo toleran bien al principio.
Esto es lo que puedes hacer:
- Come delante de él la fruta. Los bebés imitan lo que ven.
- Cuando tienen entre 4 y 6 meses ya puedes empezar a darles sólidos, aunque puedes empezar con zumo de frutas.
- No mezcles nunca muchas frutas, pues si es alérgico a alguna, no podrás saber a cuál de ellas lo es.
- Dale la fruta a temperatura ambiente, si está fría de la nevera no la querrá.
¿Cómo dar verdura a un bebé?
- Al igual que con las frutas, también podemos utilizar una base de leche
- Crea dibujos o caras divertidas con las verduras. Así el bebé se divertirá comiéndolo y no pondrá demasiada atención en los sabores.
- Puedes camuflar la verdura para que la coma. Por ejemplo, picarla mucho o emplearla de relleno en una tortilla francesa o un puré.
- A los niños le gustan los sabores dulces por naturaleza. Prueba a crear un postre con hortalizas como la calabaza o la zanahoria y es probable que lo coma.
¿Cómo dar papilla a un bebé?
- Empieza dándole papillas de frutas o de cereales.
- Utiliza siempre cucharas adaptadas para bebés. Que no sean de metal, mejor de plástico para no hacerle daño en la boca.
- La hora de la merienda suele ser un momento ideal para darle una papilla. Colócale el babero e intenta que esté en un lugar tranquilo y relajado.
- Como hemos señalado, los bebés imitan nuestros gestos. Abre la boca y haz que comes la papilla para que el niño lo repita. Mientras tanto, cántale canciones y le vas dando pequeñas cucharadas. Lo normal es que tarde entre 2 y 3 días en adaptarse por completo al nuevo alimento.