Una de las dudas más frecuentes de las madres es cuándo ofrecer agua a su bebé. Lo cierto es que tanto los bebés alimentados con lactancia materna como los bebés alimentados con biberón tienen todas las necesidades de hidratación cubiertas hasta el inicio de la alimentación complementaria. Por tanto, es en este momento cuando se puede empezar a ofrecerle un poquito de agua. Pero no es hasta su primer año cuando el bebé bebe agua con normalidad.
Los bebés tienen todas las necesidades de hidratación cubiertas mediante la alimentación con leche materna como con la alimentación con lactancia artificial, incluso en los meses más calurosos del verano. No necesitan ningún tipo de líquido: ni zumos, ni bebidas azucaradas, ni infusiones.
Es más, si hacemos un intento por ofrecer agua al bebé, probablemente la rechace. En cambio, si los bebés tienen sed, probablemente pidan de mamar con más frecuencia, en el caso de los bebés alimentados con lactancia materna. Según la AEP, los bebés de pecho que tienen sed suelen expresarlo bostezando, llevándose las manos a la boca o haciendo ruiditos. Si la madre ofrece el pecho al bebé, probablemente mamará.
Los expertos recomiendan empezar a ofrecer agua al bebé con la alimentación complementaria. Sin embargo, si ofrecemos pecho al bebé antes de darle alimentos sólidos, el bebé probablemente no la querrá, ni tampoco la necesita. Más adelante, alrededor del primer año, el bebé beberá agua de forma habitual.
Según la AEP, después de los 6 meses, cuando toma otros alimentos además del pecho, es bueno ofrecerle agua EN VASO de vez en cuando. NO necesita biberones. NO se debe ofrecer agua ni otros líquidos directamente de la botella.
Los bebés alimentados con leche de fórmula tampoco necesitan agua. Los biberones están compuestos de una cantidad de leche en polvo por otra cantidad de agua. Con la leche de fórmula los bebés también están hidratados correctamente. Es importante seguir las indicaciones adecuadas a la hora de preparar los biberones.
Una cantidad excesiva de agua podría disminuir la sensación de saciedad del bebé y disminuir el deseo del bebé de alimentarse. Un exceso de agua, además, puede afectar a la absorción de los nutrientes procedentes de la leche. Por esta razón es importante seguir las indicaciones de las leches de fórmula.
Fuentes consultadasAsociación Española de Pediatría (AEP): Preguntas frecuentes sobre la lactancia materna. Consultado el 11 de abril de 2016. |
*Este artículo es divulgativo. En ningún caso sustituye la opinión de un médico. Para cualquier duda, consulta a tu especialista.