EducaciónDificultades más frecuentes en el aprendizaje de la lectura y la escritura

Dificultades más frecuentes en el aprendizaje de la lectura y la escritura

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Muchos niños tienen dificultades para aprender a leer o a escribir. Suele ser en el colegio donde se observan estas dificultades en mayor medida y, muchas veces, se tratarán allí, pero en casa también podemos estar atentos a cómo evolucionan los niños en su aprendizaje y ayudarles cuando sea necesario. Los padres podemos dedicar tiempo a realizar actividades que fomenten el aprendizaje de la lectoescritura de nuestros hijos.

A los padres nos preocupa mucho como «va» el niño en la escuela. Esto es así dado que en el colegio es donde se suelen detectar por vez primera los problemas relacionados con los aprendizajes académicos.

En casa, puede que algunas dificultades pasen desapercibidas al realizar principalmente actividades de tipo lúdico. Esto es lo que de forma general se denomina «retraso del aprendizaje», expresión que utilizamos para referirnos a problemas relacionados con la lectura, la escritura y el cálculo.

Evidentemente, los más frecuentes de estos retrasos son los relacionados con la lectura y la escritura, puesto que éstas son habilidades complejas que requieren una enseñanza explícita (no aprendemos a leer o escribir sin que intervenga otro que nos enseñe) y además son básicas como medio de adquisición del resto de conocimientos que se trasmiten en la escuela.

En este artículo sobre los retrasos del aprendizaje, vamos a abordar los retrasos en la lectoescritura, qué hacer si lo detectamos y cómo corregirlos en el caso de que se pueda.

Retrasos del aprendizaje en la lectoescritura

Los especialistas (pedagogos, psicólogos, educadores) suelen hablar de:

  • Dislexia para referirse a un retraso específico en la adquisición de la lectura.
  • Disgrafía y disortografía para referirse a los errores cometidos en la adquisición de la escritura.
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Estos términos resultan ambiguos dado que hay discrepancias entre los autores en cuanto al origen, orgánico o no, de los problemas. En cualquier caso, lo que sí es cierto es que gran cantidad de niños y niñas presentan dificultades a la hora de aprender a leer o escribir.

Hasta cierto punto es normal que se cometan errores en el aprendizaje de una conducta tan compleja como es la lectura y la escritura. La preocupación surge cuando un determinado niño «lee peor que sus compañeros de clase». Esto es así siempre que hablemos de un niño «normal» que no presenta retraso mental, déficit sensorial o algún trastorno que le impida el aprendizaje de la lectura, como autismo, TDAH, etc.

Aquí saltan las alarmas y el maestro suele comentarlo con el gabinete psicológico del colegio, que rápidamente valora al niño y se pone en contacto con la familia para afirmar: «el niño es disléxico» o «el niño tiene un retraso específico de la lectura».

¿Qué hacer ante un retraso del aprendizaje en los niños?

Lo primero que hay que valorar es la magnitud del desajuste. Normalmente esta valoración la hace el psicólogo del gabinete de orientación del colegio o de un gabinete externo, si los padres prefieren llevarle a un centro específico.

Si el niño presenta un rendimiento inferior al esperado para su edad habrá que:

  • Observar cuánto es de inferior su rendimiento académico.
  • Ver cuáles son sus fallos. ¿En la lectura y en la escritura? ¿solo en una de ellas? Puede darse confusión de letras por la similitud que existe entre ellas a nivel visual, es decir la grafía se parece: leer o escribir «d» en lugar de «b». O la confusión puede aparecer por su similitud a nivel fonético, es decir las letras, sílabas o palabras que se confunden suenan parecido.
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Conocer el tipo de errores que se producen al leer o escribir es importante para ayudar al niño a mejorar en su nivel de lectoescritura.

¿Se pueden corregir los retrasos del aprendizaje?

La mayoría de estos retrasos no perduran más allá de la adolescencia. El principal problema es que cuando a un niño le cuesta leer, suele tardar mucho en hacer los deberes, no entiende bien lo que lee y al retraso en la lectura se van añadiendo retrasos en los contenidos académicos, que le hacen cada vez más difícil estudiar y generan una historia de fracaso escolar.

A lo mejor, con el tiempo termina leyendo bien con una velocidad aceptable, pero su sensación de ser «poco inteligente» ya se ha instaurado y sus expectativas junto con una baja autoestima pueden hacer que no estudie más allá de la enseñanza obligatoria.

Más información sobre la lectoescritura

¿Cómo ayudar a los niños a aprender a leer y a escribir? Consejos para padres

Sobre el autor

Miriam Rodríguez Murphyhttps://www.elbebe.com/
Especialista en la redacción y edición de contenidos sobre una amplia variedad de temáticas desde el embarazo y el parto hasta la crianza y el desarrollo y la educación de bebés y niños. Miriam Rodríguez Murphy creó Elbebe.com en el año 2000, un portal pionero en ofrecer información de calidad y contrastada por especialistas sobre maternidad e infancia. Cuenta desde sus inicios con un equipo editorial formado por médicos especialistas, psicólogos y profesionales sanitarios para supervisar todos los contenidos relacionados con la salud de la madre y del bebé y niño. Se ha dedicado durante toda su trayectoria profesional a la redacción y edición de una amplia gama de contenidos, especializándose desde hace 23 años en información para madres y padres. Miriam Rodríguez es un referente en la creación de webs sobre maternidad e infancia en España y América Latina. Ha publicado artículos en medios online como Serpadres y MarieClaire, entre otros.

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