Las actividades dirigidas a embarazadas son interesantes, pues ofrecen a las mujeres un espacio en el que dedicarse a sí mismas, de relajación y disfrute. Además, ponen en contacto a mujeres embarazadas entre sí, posibilitando que establezcan vínculos entre ellas, lo cual es muy beneficioso emocionalmente para las futuras madres.
Cada vez es más amplia la oferta de actividades dirigidas específicamente a mujeres embarazadas. Natación, gimnasia, yoga, pilates, danza del vientre… son ejemplo de ello.
Es sabido que el ejercicio físico moderado es saludable durante el embarazo, por lo que muchas de estas actividades para embarazadas se orientan a proporcionar esta manera de hacer ejercicio.
Del mismo modo, muchas de estas actividades para embarazadas ayudan a la mujer a prepararse físicamente para el parto, pues trabajan la flexibilidad, la musculatura, el control de la respiración o la relajación…
Además, asistir a este tipo de actividades supone a la mujer embarazada un tiempo a la semana para sí misma, para su relax y disfrute personal. Así, asistir a una actividad de este tipo puede permitirle a la mujer desconectar durante un rato de las responsabilidades y preocupaciones cotidianas.
Sin embargo, además de estas ventajas, el hecho de asistir a actividades para embarazadas tiene un beneficio menos evidente, pero no menos importante: poner en contacto a mujeres que están pasando por una etapa de su vida similar.
Relacionarse con otras mujeres embarazadas
Asistir a actividades para embarazadas tiene una ventaja muy importante: pone en contacto a mujeres que están embarazadas a la vez.
La importancia de esto radica en que el contacto con otras mujeres embarazadas permite compartir experiencias, poner en común dudas, expectativas, temores… ofreciendo a la embarazada un grupo con el que poder identificarse, ir adquiriendo y desarrollando esta nueva faceta de su identidad personal: la de la maternidad.
Estas relaciones entre mujeres embarazadas suelen ser muy positivas y algunas persisten después del nacimiento de los bebés. De este modo, las mujeres continúan manteniendo ese marco de referencia que comenzó en las actividades para embarazadas.
En el puerperio y la crianza, tener un grupo de referencia hace de sostén emocional, ofrece seguridad a las madres y les permite sentirse acompañadas en esta etapa de la vida tan sensible.