Los miedos en el embarazo pueden controlarse. La mujer embarazada debe esforzarse en reducir sus miedos y controlar su ansiedad durante el embarazo. El miedo y la ansiedad generan tensión, la cual es muy negativa en todos los aspectos de la vida de la mujer y, más aún, en el embarazo. Te ofrecemos algunos consejos para ayudarte a controlar tus miedos.
Tener miedos en el embarazo es muy común entre la mayoría de las mujeres. La incertidumbre que genera la gestación, la preocupación por el buen desarrollo del feto y el temor por la propia salud son elementos frecuentes que participan en los miedos de las embarazadas.
El miedo genera tensión y ansiedad, lo cual intensifica mucho las molestias asociadas al embarazo. Físicamente, si la embarazada está tensa puede tener más dolores de espalda que los propiamente asociados al embarazo. Lo mismo sucede con los dolores de cabeza. También pueden intensificarse los mareos y las náuseas.
Además, la ansiedad asociada a los miedos puede interferir en el descanso de la mujer embarazada, lo cual no beneficia en absoluto al desarrollo del embarazo.
Los miedos durante el final del embarazo pueden afectar negativamente al trabajo de parto. Si la parturienta está tensa, sentirá más dolor que si está relajada.
Por otra parte, el embarazo es una experiencia inigualable en la vida de la mujer. Vivirlo con mucho miedo puede empañar todas las emociones positivas que de él se desprenden.
Por todo esto, es importante que la embarazada que esté sintiendo muchos miedos trate de aprender a dominarlos.
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¿Cómo manejar los miedos en el embarazo?
Los miedos en el embarazo pueden controlarse, al igual que controlamos el miedo en las distintas esferas de nuestra vida, pero con ciertas particularidades, puesto que durante el embarazo la sensibilidad de la mujer es mayor y eso le hace más vulnerable. Así pues, si tienes miedos en el embarazo, te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte a superarlos:
Resuelve todas tus dudas sobre el embarazo
Consulta con tu ginecólogo o matrona todo lo que te resulte inquietante sobre el desarrollo del feto o sobre ti misma. Esto te ayudará a valorar objetivamente las situaciones y los riesgos que puedan existir. A veces el miedo nos hace percibir como peligrosas situaciones que no lo son.
Aprende técnicas de relajación y respiración
Existen técnicas de relajación y respiración sencillas que puedes aprender a utilizar. Practícalas todos los días durante algunos minutos. Te sentirás más tranquila.
Reduce el estrés en tu vida cotidiana lo máximo posible.
El estrés del día a día (problemas de trabajo, preocupaciones familiares, etc.) incrementa la vulnerabilidad a los miedos. Trata de mantener una vida tranquila lo máximo posible. Intenta reducir las situaciones que te alteran.
Dedica un rato cada día a realizar alguna actividad que te guste.
Es muy positivo que todos los días reserves un ratito para ti, el cual emplees en hacer algo que te guste.
Expresa tus dudas y preocupaciones a tu pareja y personas cercanas.
No debes guardarte tus preocupaciones y temores para ti. Compártelos con tu pareja y familia. Escucha sus consejos y opiniones. Cuando se exteriorizan, los miedos tienden a reducirse.
Recuerda que estás embarazada, que pronto tendrás a tu bebé.
Experimenta la ilusión y el optimismo de una nueva vida que se está gestando.