Un estudio, realizado por especialistas en obstetricia y pediatría en el hospital Universitario Infantil de La Paz, revela que la transmisión del SIDA entre madre e hijo puede reducirse si a ambos se les aplican medidas profilácticas. Para evitar que los bebés de madres infectadas por el VIH se contagien es importante diagnosticar el virus de la madre a tiempo, realizar un tratamiento continuado con antirretrovirales a madre e hijo, evitar la lactancia materna, medicar al bebé durante seis semanas y realizarle un seguimiento durante un par de años.
El riesgo de transmisión vertical en mujeres embarazadas portadoras del VIH es muy alto sino se aplican una serie de medidas profilácticas. En 1994 se realizó un estudio, conocido como ACTG 076, en EE.UU y Francia que demostró que con un tratamiento con zidovudina (AZT) el riesgo de contagio entre madre e hijo se reducía hasta un 66%.
A raíz de estos resultados, en el mismo año un grupo de obstetras y pediatras del hospital Universitario Infantil de La Paz decidió aplicar el mismo tratamiento a 40 embarazadas con VIH. En 2004 ampliaron este tratamiento a 35 mujeres más. La triple terapia para ambos grupos consistía en detectar el virus, tratar y controlar el parto de la madre y medicar al bebé durante cuatro semanas. Además, se les indicó evitar la lactancia materna.
Tras comparar los datos de ambos estudios, los especialistas del hospital madrileño publicaron los resultados en la revista Medicina Clínica el pasado mes de marzo.
Entre los hallazgos encontraron que en el grupo de 2004 la madre era seis años mayor que en 1994, aunque el estado inmunológico era mejor. En estos diez años también se observaron cambios en la forma de contagio. Antes, el virus era adquirido por adicción a las drogas, mientras que en 2004 se producía por transmisión sexual.
El número de cesáreas programadas también aumentó con respecto a 1994. Donde no se observó modificación alguna fue en la transmisión del virus de la hepatitis C entre la madre y el hijo, aunque el riesgo de contagio de la hepatitis B disminuyó en relación a 1994. La doctora María Isabel de José, coordinadora del estudio, señaló que «es importante que todas las mujeres embarazadas se realicen pruebas del VIH para evitar que los niños se infecten”.
Los resultados del último estudio revelan que la tasa de transmisión vertical del VIH se redujo prácticamente un 100%. La pediatra Isabel de José recalcó que “es importante que los obstetras y los pediatras controlen todos los pasos del programa y realicen un seguimiento de la mujer embarazada para evitar el contagio”.