El momento de informar a los hijos de que sus padres se van a divorciar es clave en el proceso de asimilación de la nueva situación. Ambos padres deberían estar presentes, dar una información clara, realista y concisa, transmitiendo calma y seguridad.
Lo más habitual en un proceso de divorcio es que se empiece por una etapa de muchas discusiones o desavenencias con constantes riñas donde los niños pueden verse inmersos en una lucha que no les corresponde.
Es una etapa dura y de sufrimiento para padres e hijos que precede a la toma de la decisión del divorcio. Queda claro que no es una situación agradable para nadie pero hay que elegir bien el momento para comunicar la noticia a los niños.
Hay casos en los que uno de los miembros de la pareja utiliza la amenaza sobre la separación para manipular al otro e incluye a los hijos al hacerles partícipes de la noticia. Estas amenazas (no cumplidas) crean una sensación de desconcierto en la familia y dañan la imagen del progenitor que las usa. Por tanto, lo más adecuado es comunicar la decisión una vez que sea definitiva.
Tampoco es conveniente dar la noticia a los hijos en el mismo momento en que uno de los progenitores abandona el hogar puesto que puede aumentar la reacción de choque inicial. Sería bueno poder contar con un pequeño periodo de asimilación.
¿Qué información dar a los niños sobre el divorcio?
- Es importante ser claro, no inventar historias. Los niños captan perfectamente lo que sucede a nivel emocional y dándoseles información contradictoria de forma verbal, lo único que se consigue es aumentar su desconcierto.
- Conviene por tanto evitar frases como «papá/mamá se va a ir a vivir a una casa más cerca del trabajo», «se va de viaje un tiempo»… No obstante, existen casos en los que se plantea un periodo de separación temporal. En estas situaciones es posible presentar ante los hijos la situación como no definitiva («mamá y papá van a vivir un tiempo separados»), siempre y cuando se les comunique más adelante que esta nueva situación pasa a ser permanente. Si no se hace así, pueden sentirse engañados.
- En ningún caso es necesario hablar con los hijos sobre los motivos concretos de la separación: que ha habido infidelidad por alguna de las partes, que uno de los progenitores no se ve capaz de cargar con tanta responsabilidad, que no se soportan, etc. Incluso aunque los niños pregunten sobre ello. Éste es un tema de pareja que se debe resolver en la pareja.