La separación de los padres para los hijos siempre es una circunstancia difícil puesto que la ilusión de cualquier niño es que sus padres sigan juntos y felices siempre.
Debido al pensamiento mágico que tienen los niños, sobre todo los más pequeños, muchas veces pueden sentir que son ellos la causa de que la pareja no funcione.
Aún así, según cómo se comporten los padres ante la separación, puede haber formas de hacer que el paso por esta situación sea más o menos complicado. Podríamos decir, por tanto, que hay distintos tipos de divorcio según cómo se comporte la pareja ante este hecho.
Hay que entender que esta tipología no está compuesta por compartimentos estancos y se puede iniciar un divorcio de forma amistosa pasando más tarde a convertirse en conflictivo a medida que van cambiando las circunstancias: como puede ocurrir cuando uno de los progenitores presenta a los hijos a una nueva pareja.
También puede darse el caso en el que uno de los padres trata de mantener un contacto amistoso tras el divorcio y es boicoteado constantemente por el otro.
En este artículo sobre tipos de divorcio:
Divorcio amistoso, una separación de mutuo acuerdo
El divorcio amistoso se produce cuando los toman la decisión de separarse de mutuo acuerdo tras un periodo de dudas e incertidumbre donde se han podido dar desavenencias, reconciliaciones e incluso discusiones. Tras esto siguen manteniendo una buena relación de cara a los hijos.
Estos padres suelen:
- Tomar de forma conjunta decisiones importantes para el futuro de los hijos.
- Dialogan sobre las pautas educativas más adecuadas.
- No mezclan a los hijos en los temas de la pareja.
- Se reparten la custodia de forma que afecte lo menos posible a los intereses de sus hijos.
En este caso, la repercusión del divorcio sobre los hijos es la menor a tenor del cambio situacional.
Divorcio conflictivo, una de las partes se siente perjudicada
Los divorcios conflictivos son los que el divorcio no es de mutuo acuerdo: una de las partes se siente perjudicada, engañada, abandonada, etc.
Un divorcio conflictivo puede presentarse de muchas maneras y el rango de conflicto es muy amplio: va desde una simple desavenencia o competición entre los padres a un conflicto patente y manifiesto generalmente a través de acciones judiciales largas y engorrosas.
En estos casos, alguno de los padres (o ambos) acusan al otro de todos los problemas, se muestran poco colaboradores en el proceso, critican abiertamente al otro progenitor ante los hijos o incluso los utilizan para trasmitir mensajes de descalificación.
Lógicamente es ante estas circunstancia donde los niños suelen presentar desadaptación. Para mitigar, en la medida de los posible, el impacto del conflicto lo que se puede recomendar a estos padres es que recurran a la mediación familiar para conseguir llegar a un acuerdo o acercar posiciones.
Divorcio por ausencia total de uno de los padres
Hay veces en las que el divorcio se da cuando uno de los cónyuges abandona el domicilio familiar y desaparece por completo de la vida de su ex pareja.
Las repercusiones para los hijos en estos casos suelen ser nefastas dado que el vínculo afectivo queda muy dañado y los hijos se suelen sentir culpables del abandono de su progenitor.