Dar el pecho al bebé durante la noche contribuye al mantenimiento de la lactancia. La madre trabajadora pasa varias horas durante el día separada de su bebé. Pero por la noche están juntos. Los despertares espontáneos del bebé ofrecen una buena oportunidad para darle el pecho.
Muchas madres desean mantener la lactancia después de finalizar la baja por maternidad. Sin embargo, conseguirlo puede llegar a ser complicado.
Aunque existen normas que tratan de regular la conciliación familiar de las madres trabajadoras, éstas no garantizan que continuar con la lactancia sea fácil.
Algunas madres optan por sacarse leche y dejarla bien conservada antes de ir a trabajar. Algunas mujeres, incluso, comienzan a sacarse leche y congelarla uno o dos meses antes del final de su permiso por maternidad. Así, cuando llega el momento de volver al trabajo ya tienen una cantidad aceptable de leche materna disponible. Esta leche se le da al bebé en biberón mientras la madre no está y ella le da el pecho en los momentos del día en que están juntos.
La opción de sacarse leche tiene un aspecto negativo, que es el mismo hecho de sacarse leche. Para algunas mujeres esto es tedioso o no disponen de tiempo suficiente para ello.
Otras madres dan el pecho a sus bebés cuando están con ellos (después de su jornada laboral) y el resto del día sus hijos toman biberón. Si la lactancia está bien implantada (que es lo normal después de varios meses), esta opción puede ser buena. El cuerpo de la madre se adapta para producir más leche en determinados momentos del día (en el horario que la madre y el bebé están juntos). Esta es una opción que evita que la madre tenga que sacarse leche y posibilita la continuidad de la lactancia.
Pero se elija la opción que se elija, hay un consejo fundamental que facilita la continuidad de la lactancia tras la vuelta al trabajo de la madre: amamantar por la noche.
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¿Por qué es beneficioso amamantar durante la noche?
Dar al bebé de mamar durante la noche promueve el mantenimiento de la lactancia. La mayoría de los bebés necesitan mamar durante la noche. De hecho se estima que los niños necesitan mamar por la noche hasta, al menos, los dos años.
La noche es un período largo en el que madre y bebé están juntos. Por lo tanto, es un período de la jornada en el que amamantar al bebé es posible.
Esto no quiere decir que deba despertarse al bebé para darle de mamar, sino que la madre puede aprovechar los despertares espontáneos de su hijo para ofrecerle el pecho. En vez de ofrecerle agua o un biberón, se le ofrece el pecho y se aprovechan estas oportunidades para amamantarlo.
Amamantar durante la noche puede ser un obstáculo para el descanso de la madre que tiene que trabajar al día siguiente. Levantarse, tomar a su bebé en brazos, ponérselo al pecho y esperar a que termine de mamar puede llevar más tiempo que darle un biberón con agua o ponerle un chupete.
Pero también hay acciones que hacen compatible el amamantamiento nocturno con el descanso materno.
La madre que desea amamantar de noche a su bebé puede dormir junto a éste (es decir, practicar el colecho). De esta manera, las tomas nocturnas no obligan a la madre a dejar su cama. De hecho, algunas madres que lo practican afirman que casi ni se despiertan cuando amamantan a su bebé por la noche.
Si no se quiere practicar el colecho, compartir habitación con el bebé aunque éste duerma en su cuna facilita en buena medida el descanso de la madre que amamanta por la noche.
Así pues, la noche es una parte del tiempo que puede aprovecharse para que el bebé sea amamantado. No debe desperdiciarse este período (de unas 8 horas de cada día). Buscar la manera de descansar y, a la vez, dar el pecho al bebé es una opción práctica y beneficiosa para mantener la lactancia tras la vuelta al trabajo de la madre.