La creencia de que es normal que al inicio de la lactancia se experimente dolor en los pezones es peligrosa. Este tipo de dolor es indicador de un problema en la lactancia. Considerarlo normal provocaría que no se buscase solución a dicho problema.
Muchas personas creen que al inicio de la lactancia es normal que el amamantamiento produzca dolor en el pecho de la madre.
Más aún, algunas personas creen que el hecho de que el pecho duela durante el amamantamiento es positivo, pues indica que el bebé succiona con fuerza. Nada más lejos de la realidad.
Es cierto que el pecho es una parte del cuerpo que, generalmente, llevamos cubierta, y los pezones están siempre muy resguardados.
Esto puede provocar que los primeros días de lactancia la madre sienta una pequeña molestia que desaparece por sí sola al cabo de unos pocos días. Esto sería completamente normal.
Pero cuando esta sensación pasa de ser una pequeña molestia a ser una experiencia dolorosa, la situación es diferente.
¿Qué hacer si dar de mamar produce dolor?
La realidad es que la lactancia no debería, en ningún caso, producir dolor a la madre.
Si dar el pecho al bebé le provoca dolor a la madre, debe sospecharse que existe algún problema en la lactancia.
El dolor en el amamantamiento es indicador de que algo no está funcionando adecuadamente.
Una lactancia dolorosa puede deberse a uno (o varios) de los siguientes motivos:
- Grietas o irritación por mal agarre
- Ingurgitación mamaria
- Perla de leche
- Obstrucción
- Mastitis
- Alteraciones dermatológicas
- Síndrome de Raynaud
- Ovulación o menstruación inminentes
- Nuevo embarazo
- Otras alteraciones hormonales
Así pues, es recomendable buscar ayuda si se está experimentando dolor al amamantar. Puede consultarse con una Asesora de Lactancia o acudir a un Grupo de Apoyo.
Si no se resuelve el motivo que está produciendo el dolor, la lactancia puede convertirse en algo muy desagradable para la madre y terminar en un destete precoz.