El árbol de Navidad es uno de los símbolos navideños más atractivos para los niños. A todos ellos les encanta decorarlo, y más si esta actividad se hace en familia. Pero, muchas veces, desconocemos el origen del árbol de Navidad y el significado de lo que simboliza. Podemos contarles a nuestros hijos la historia del árbol de Navidad antes de decorarlo para que entiendan el sentido de este símbolo.
El verde es un color característico de la Navidad, por lo que es tradicional utilizar abetos, musgo, muérdago y acebo para decorar las casas en estas fechas.
En la actualidad, el musgo y el muérdago están en peligro de extinción, pero no ocurre lo mismo con los abetos, que se cultivan especialmente para estas fechas.
En la mayoría de las familias es una tradición elegir un árbol de Navidad y decorarlo en casa con los niños.
Una opción muy práctica y económica son los árboles artificiales, ya que permiten que los niños puedan decorarlos con facilidad al poder elegir el tamaño.
De esta forma se evita el gasto de comprar un abeto nuevo cada año.
En cambio, si optamos por un abeto natural, al terminar las fiestas existe un servicio de recogida que permite replantarlos nuevamente si los árboles tienen raíz.
Los padres partidarios de esta opción pueden aprovechar esta ocasión para explicar a los niños cómo se produce este proceso y la importancia de respetar los árboles.
La decoración del árbol de Navidad depende de los objetos decorativos que dispongamos.
La mayoría de las familias adquiere bolas de diferentes colores que, por lo general, se cuelgan de las ramas del árbol.
En el mercado existen otros objetos con formas muy variadas, como lazos, manzanas, cajas de regalos, cintas de fantasía…
¿Cuál es el significado del árbol de Navidad?
En su origen el árbol de hoja perenne se relacionaba con celebraciones paganas al nacimiento del dios del sol y a ritos de fertilidad en el norte de Europa.
En la tradición cristiana, el árbol simboliza el árbol del paraíso y de la vida eterna por ser perenne.
En los siglos VII y VIII, el evangelizador alemán, San Bonifacio, adoptó este símbolo pagano para la celebración cristiana.
Lo adornó con manzanas (símbolo de la tentación) y con velas, que significaban la luz de Jesús.
En la actualidad, las manzanas han derivado en las esferas que utilizamos como elemento decorativo en el árbol de Navidad.
En la tradición cristiana la forma triangular del abeto alude a la Santísima Trinidad. La tradición de colocar los regalos debajo del árbol es muy posterior.