Esta medida asegura el anonimato de la madre que decide entregar a su bebé de forma voluntaria y favorece la adopción del menor. Las madres que decidan renunciar a sus bebés sólo tendrán que realizar una llamada de teléfono. Una UVI móvil se desplazará al lugar indicado por la madre, a cualquier municipio de la Comunidad, sin importar su edad, ni su nacionalidad. Una vez allí los responsables de la Unidad explicarán a la mujer las alternativas a su decisión y los apoyos que las administraciones ponen a su disposición, le garantizarán la confidencialidad y le ayudarán a tramitar la entrega del menor si opta por esta solución.
Cada año en la Comunidad de Madrid cerca de setenta mujeres deciden dar en adopción a sus hijos y un porcentaje pequeño de madres, dos o tres por año, opta por abandonarlos en la calle, en la entrada de un hospital o en la puerta de una iglesia. La mayoría de estos casos se corresponde a embarazos no deseados que la mujer ha decidido ocultar a sus familiares y amigos.
En España el abandono de bebés es un delito que está tipificado por la ley con dos o tres años de prisión. Para favorecer la adopción, los servicios sociales madrileños acaban de establecer nuevos mecanismos de actuación que ayudan a las madres a entregar a sus bebés de forma segura, preservando su identidad. Al dejar constancia de sus datos, el abandono deja de ser un delito y permite que el menor pueda ser adoptado desde sus primeras horas de vida.
Asimismo, el Gobierno regional plantea un nuevo protocolo para informar a las gestantes de los métodos más eficaces para dar a sus hijos en adopción. Y también la creación de un servicio de atención inmediata que se activaría con una simple llamada de teléfono a un número de uso común, similar al 012. De forma que si una mujer decide entregar a su bebé, una UVI móvil se desplazaría al lugar indicado por la madre, a cualquier municipio de la Comunidad, sin importar su edad, ni su nacionalidad.
Una vez entregado al bebé, se procedería a realizar los trámites requeridos para tutelar al menor y darlo con posterioridad en adopción. Los datos de la madre biológica permanecerían encriptados y ocultos en todos los documentos y registros de filiación del niño. En su lugar aparecería un número larguísimo que sólo podría ser descifrado por el Registro Civil y por orden de un juez cuando el menor cumpliese la mayoría de edad.
Con este sistema, el Gobierno regional pretende ofrecer a aquellas madres que toman la decisión de entregar a sus bebés días después de salir del hospital un recurso alternativo al abandono. En la actualidad, el procedimiento habitual de entrega se lleva a cabo en los hospitales.