¿Te encanta viajar pero por miedo no te atreves a hacerlo con tus hijos? ¿Solíais viajar en pareja pero no sabéis como hacerlo con vuestros niños?
Consulta algunos consejos y pasos para disfrutar de los viajes en familia.
En primer lugar es importante cambiar la mentalidad. No es lo mismo viajar en pareja que con niños, especialmente si son pequeños. La tranquilidad, la rapidez o viajar sin horarios son aspectos subjetivos a partir de ahora.
Tampoco debemos viajar con miedo a lo desconocido o a la idea de que pueda pasar algo imprevisto al viajar con niños. Seguro que surgirán imprevistos, pero los mismos que estando en casa o en el parque por el que solemos pasear.
Con optimismo y una buena planificación el viaje será un disfrute para todos.
¿Qué pasos debo seguir para organizar mi viaje con niños?
Lo más importante a la hora de viajar con niños es llevar toda la documentación necesaria para evitar sobresaltos.
Conviene que lleves su DNI aunque sean menores de 14 años, así como el libro de familia o la Tarjeta Sanitaria Europea para viajes dentro de Europa.
Para preparar el equipaje piensa en los diferentes momentos del día y en las necesidades del niño dependiendo de su edad.
Si viajas con un bebé lleva algunos utensilios para las comidas, toallitas y suficiente ropa de recambio.
Si puedes separar tu equipaje y la del niño, mejor. Eso ayudará a encontrar las cosas con rapidez en caso de emergencia.
Para los niños más mayores, es divertido ayudarles a preparar una mochila en la que se incluya alguna muda, juguetes y cosas para su entretenimiento.
El comparador de viajes GoEuro, en su guía para viajar con niños, ha creado una ficha imprimible para que el niño seleccione y coloree la ropa que necesita en su viaje.
Así aprenderá a asociar espacios y a priorizar qué cosas son importantes y qué no.
Tras eso solo queda elegir medio de transporte para ir a nuestro destino.
Aquí no hay favoritos, todos presentan comodidades e inconvenientes.
En el tren, por ejemplo, el niño se puede levantar de la butaca y dar paseos por el vagón, algo que siempre ayuda a diluir tensiones.
El autobús a priori puede ser más molesto en viajes durante el embarazo, pero si los niños son mayores, es un medio de transporte al que están habituados (suele ser el medio escogido por los colegios) y que permite llevar gran cantidad de bultos de equipaje.
El avión, que siempre nos da más rapidez que ningún otro y es el más elegido para largas distancias, puede presentar imprevistos en el control de pasaportes o presentar problemas de espacio, sobre todo en compañías de bajo coste.
Atención también con el peligro de que los oídos se taponen, sobre todo en el aterrizaje y el despegue, ya que esto puede provocar el llanto de tu hijo. Hacerles bostezar o tragar un sorbo de agua o algún caramelo les ayudará.
Por supuesto, siempre lleva agua, sea cual sea el medio transporte. No olvides llevar juguetes para que se entretengan en los viajes.
Ya en el destino, es clave combinar los planes, alternando cultura y ocio, siempre con guiños hacia ellos.
No hay duda de que sus preferencias marcarán de un modo u otro el viaje, así que no hay que olvidar escoger el alojamiento adecuado.
Un apartamento, por ejemplo, ayuda a mantener rutinas de alimentación, además de que podremos ahorrar, evitando comer fuera durante todo el día.
En cuanto a la época del año y el lugar, está claro que el verano y los ambientes playeros son los destinos preferidos.
El mar suele gustar a los más pequeños, y las vacaciones del colegio permiten realizar estancias más largas en familia.