Para concebirlo, los padres se sometieron a un diagnóstico genético preimplantatorio, que evita la trasmisión de enfermedades genéticas entre padres e hijos. Su hermano podrá curarse de una grave enfermedad hereditaria, la anemia congénita severa, gracias a las células madre de la sangre del cordón umbilical del bebé recién nacido, libre de la enfermedad y compatible al cien por ciento con la de su hermano.
En 2008, en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla nació Javier, un bebé libre de la enfermedad genética que afecta a su hermano Andrés, de seis años.
Javier todavía no lo sabe, pero gracias a las células madre de la sangre de su cordón umbilical, su hermano mayor podrá someterse a un tratamiento para curar su enfermedad, una anemia congénita severa, conocida como beta Talasemia major.
Hasta el momento, Andrés se había sometido a diferentes tratamientos con donantes compatibles, pero ninguno de ellos había respondido adecuadamente. La única opción terapéutica para su curación era concebir un hermano libre de la enfermedad genética, y compatible con la del pequeño Andrés.
Para concebir a Javier, sus padres tuvieron que someterse a un diagnóstico genético preimplantatorio. Esta técnica consiste en someterse a una fecundación in vitro, realizar un análisis genético a los preembriones, seleccionar aquellos libres de la enfermedad genética e implantarlos en el útero de la madre.
Este tratamiento es importante porque evita la transmisión de enfermedades genéticas hereditarias de padres a hijos. Pero, hasta hace un par de años, no era posible hacerlo en España por las cuestiones éticas que plantea la selección genética de embriones.
Sin embargo, desde que se aprobó la Ley de Reproducción Humana Asistida en el año 2006, las familias que lo necesitan pueden someterse a este tratamiento para tener un hijo sano y/o salvar a otro, previa autorización de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad.
Ahora, la sangre del cordón umbilical de Javier permanece en un Banco Público, en Málaga. Gracias a la donación dirigida, que permite el Sistema Público, la familia podrá utilizar la sangre del cordón umbilical para la operación de Andrés, que tiene previsto realizarse en los próximos meses.
Hasta el momento se han contabilizado un total de ocho recién nacidos mediante diagnóstico genético preimplantatorio en la sanidad pública andaluza, libres de enfermedades hereditarias como la distrofia muscular de Duchenne, hemofilia, fibrosis quística o enfermedad de Huntington.
En la actualidad también está pendiente de aprobación un segundo caso de diagnóstico genético preimplantatorio para ser compatible con su hermano.