La maniobra de Kristeller es una práctica controvertida que se lleva a cabo en algunos partos. La mujer informada podrá decidir evitarla si cree que no es conveniente someterse a ella. Por esta razón, la información antes del parto es fundamental para cualquier embarazada.
La maniobra de Kristeller, también conocida como «presión en fondo de útero», es una práctica que se realiza para acelerar el descenso del feto en el parto.
Se trata de una maniobra en la que el profesional sanitario empuja o presiona la tripa de la parturienta fuertemente con el brazo.
Esta maniobra se utiliza en muchos partos, pese a estar desaconsejada y tener muchos riesgos asociados.
En sus recomendaciones de 2007, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) señala que la maniobra de Kristeller está contraindicada para favorecer el descenso del feto.
Esta práctica puede causar traumatismos a la madre (hematomas, fracturas, hemorragias…) y al bebé. Por ello, no es aconsejable su realización.
Además, la práctica de esta maniobra, cuyo objetivo es acelerar el parto, no está justificada en ningún caso por cuestiones médicas. Es más, si existiese una emergencia durante el parto que hiciese necesario que éste se acelerase, hay otras técnicas que no comportan riesgos que pueden ponerse en práctica.
Por otra parte, si se trata de un parto normal, en el que no se produce ninguna situación de emergencia, hay muchos métodos que permiten favorecer el descenso del feto, como:
- Permitir a la mujer adoptar la postura que se sienta más cómoda
- Respetar sus ritmos naturales
- Tratar de que se sienta cómoda física y emocionalmente…
Todas las mujeres tienen derecho de ser informadas de los procedimientos que se van a poner en práctica durante el parto. Asimismo, tiene derecho a decidir (de forma informada) y elegir las prácticas que desean que se lleven a cabo.
Los profesionales sanitarios están obligados a informar al paciente en todo momento de las intervenciones médicas que pretenden realizar y de las alternativas disponibles.
Así, antes de realizar la maniobra de Kristeller durante el parto, el profesional debe informar a la paciente, dándole la opción a ésta de aceptar o no que se realice esa práctica.
No obstante, es recomendable informarse antes del parto de lo que se quiere y no se quiere experimentar durante el mismo, y explicárselo al profesional que presumiblemente va a atender el parto.
Esto ofrecerá mucha seguridad a la mujer, que acude a su parto informada, habiendo planificado con el profesional que la va a atender cómo le gustaría que se desarrollase el mismo.