La episiotomía es una incisión quirúrgica en los músculos de la vagina y del periné de la mujer para ampliar el canal por donde sale el feto. Se trata de una práctica controvertida, que solo se recomienda de forma selectiva, por ejemplo cuando existe riesgo de sufrimiento fetal. Si te han practicado una, durante el postparto es importante que cuides los puntos para evitar que se infecten y favorecer su rápida cicatrización.
La episiotomía es una práctica controvertida.
La primera episiotomía se realizó en Alemania en 1799. En un principio, se utilizaba de forma selectiva para asistir partos difíciles, que ponían en riesgo la salud del feto. Poco a poco, se fue incoporando a la práctica clínica de atención al parto de muchos países desarrollados, entre ellos EE.UU. o España.
Su uso se incrementó entre la comunidad médica porque se creía que evitaba el dolor del parto, las lesiones en el cerebro del niño y acortaba el trabajo de parto. También se recurría a la episiotomía para evitar disfunciones del suelo pélvico y problemas de incontinencia fecal y urinaria. No obstante, estas argumentaciones no se apoyaban en ningún estudio científico realmente fiable. Su uso se extendió a pesar de la escasa evidencia científica.
Varias revisiones fiables, publicadas en la biblioteca Cochrane, proporcionaron mayor evidencia científica sobre el uso de la episiotomía años más tarde. De esta revisión se supo que la episiotomía no evitaba el dolor, ni reducía el tiempo de parto, aunque sí podía reducir los desgarros. Eso sí, incrementando el daño perineal posterior.
Un daño perineal posterior que podía producir disfunciones del esfínter (sobre todo anal) y dolor en la relaciones sexuales, lo que se conoce como dispareunia. En España, la Estrategia de Atención al Parto Normal, manual de referencia para los profesionales de la salud, recomienda solo su uso selectivo. La episiotomía suele practicarse cuando hay riesgo de sufrimiento fetal.
Se realiza en la fase de la expulsión. Luego, la herida se cose con puntos de sutura que requieren algunos cuidados tras el parto.
¿Cómo cicatrizan los puntos después del parto?
A medida que pasan los días, los puntos se van secando por lo que la mujer puede sentir cierta tirantez y molestias. La herida cicatriza en unos 10 ó 15 días después del parto. No es preciso quitar los puntos. Se caen solos al ser de un material reabsorbible.
Si la mujer nota que los puntos están supurando, o comprueba que la zona presenta un enrojecimiento o una hinchazón asociados a fiebre, es conveniente que consulte con el médico/matrona porque es posible que se haya infectado alguno. También es recomendable acudir al médico si nota pinchazos.
El mayor peligro de las heridas es la humedad, por lo que no se debe lavar la zona con demasiada frecuencia. Basta con una ducha diaria y mantener siempre secos los puntos. Tampoco conviene moverse o estar de pie en exceso durante esos primeros días.
Si la madre permanece sentada, conviene evitar que todo su peso recaiga sobre los puntos. Para ello, se puede colocar una toalla enrollada o un flotador especial en el asiento en el lado contrario a la episiotomía.
Cuando se utilicen compresas, es preferible que no tengan plástico para que la herida se airee mejor. Se desaconseja el uso de tampones durante el postparto para evitar el riesgo de infección por acumulación de secreciones.
Para aliviar el dolor en la zona de la episiotomía se pueden aplicar compresas heladas durante los primeros días.
Bibliografía y fuentes consultadas
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*Este artículo es divulgativo. En ningún caso sustituye la opinión de un médico. Para cualquier duda, consulta a tu especialista.