El puerperio es la etapa que sucede tras el nacimiento del bebé hasta que éste empieza a ser independiente de su madre (alrededor de los 2 años). Durante el puerperio temprano, la participación de la familia en los cuidados del bebé debe partir de las necesidades afectivas de la madre y el hijo.
Dice un proverbio africano que para criar a un niño se necesita a toda una tribu. Esta idea tradicional africana es, realmente, muy acertada en todas las culturas y en todas las épocas.
Muchas veces, la pareja, los familiares y allegados de una mujer puérpera desean ayudar a ésta en la crianza de su bebé. Sin embargo, en ocasiones, no saben cuál es la mejor manera de hacerlo.
Para ayudar a una mujer en la crianza de su bebé de manera adecuada, debemos partir de la comprensión de la esfera emocional de la mujer en el puerperio.
La madre en el puerperio se encuentra ante una montaña rusa emocional, con sentimientos intensos y, a veces, contradictorios. Se encuentra también ante un bebé que demanda su atención y cuidado casi permanentemente. Pero sobre todo, se encuentra emocionalmente conectada a su bebé, orientada a dar respuesta a sus necesidades físicas y afectivas en todo momento.
De esta manera, si se comprende que madre y bebé necesitan estar en contacto casi permanente durante los primeros meses de vida, con la tranquilidad y seguridad de que la madre pueda atender el cuidado de su bebé de manera prácticamente exclusiva, el papel de la pareja y familiares cercanos es fácil de delimitar.
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¿Cuáles son las funciones del resto de la familia?
Teniendo en cuenta la exclusividad de la relación de la madre y el bebé durante los primeros meses, la función de apoyo a la madre del resto de la familia se basa en garantizar a ésta la tranquilidad y seguridad que necesita para poder dedicarse plenamente al cuidado de su bebé.
Así pues, la manera de colaborar en la crianza del bebé de los familiares durante los primeros meses sería una relación menos directa con el bebé y más de apoyo logístico a la madre.
Realizar las tareas que quitarían a la madre tiempo para dedicar al bebé son las que los familiares pueden realizar para permitir a la madre atender a su bebé sin otras preocupaciones. Las compras, la limpieza, la cocina… son tareas que la mujer puérpera debe relegar para atender a su bebé. Así, en vez de decirle a la madre «te sostengo al bebé mientras haces la comida», sería más adecuado prepararle la comida para que ella pueda permanecer junto a su bebé.
Asimismo, el padre y los familiares cercanos tienen una importante función de sostén emocional de la reciente madre, siendo fundamental su empatía y acompañamiento afectivo a lo largo del puerperio.