La sexualidad es parte integral de los seres humanos pues busca satisfacer ciertas necesidades como el amor, el placer o el deseo de contacto con otra persona.
Sin embargo, es responsabilidad de cada uno de nosotros asumir una sexualidad saludable.
Esta sexualidad saludable se traduce en cuidarse y cuidar a la otra persona, y qué mejor forma de hacerlo que a través del uso de anticonceptivos.
Los principales métodos son:
- las pastillas anticonceptivas
- el implante anticonceptivo
- el parche anticonceptivo
- el DIU o dispositivo intrauterino
- las inyecciones anticonceptivas
- los espermicidas
- los condones o preservativos masculinos y femeninos
En este artículo te contamos cómo funcionan y cuál es su porcentaje de efectividad.
Recuerda consultar a tu médico para que te asesore sobre el mejor método para ti.
Anticonceptivos, ¿por qué usarlos?
Toda persona tiene derecho al uso de métodos anticonceptivos pues éstos reducen la posibilidad de un embarazo no planeado y disminuyen el riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual (ETS) como herpes, sífilis, VIH/SIDA, entre otras.
El mercado ofrece una gran variedad de métodos anticonceptivos, pero cada uno de ellos cumple un rol distinto para cada situación.
Si tienes una vida sexual activa, toma en cuenta que el anticonceptivo más adecuado para ti depende de varios factores como:
- la cantidad de parejas sexuales
- la frecuencia de tu actividad sexual
- el deseo de tener hijos o no
- Antecedentes de ciertas enfermedades
- La posibilidad de efectos secundarios
A continuación te presentamos algunos de los métodos anticonceptivos que pueden ayudarte a prevenir un embarazo no planeado y a evitar que adquieras una ETS.
1. Pastillas anticonceptivas
Las pastillas anticonceptivas sólo deben utilizarse bajo prescripción médica. La función de estas pastillas es la de inhibir la ovulación e incrementar la viscosidad del moco cervical para evitar la entrada de los espermatozoides al útero.
Por lo general se toman todos los días en una sola dosis, preferentemente a la misma hora para que su efectividad sea de un 99%.
Las pastillas anticonceptivas no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
2. Implante anticonceptivo
El implante anticonceptivo también conocido como implante hormonal subdérmico, es una pequeña varilla flexible que se coloca debajo de la piel, en la cara interna superior del brazo.
La finalidad de este implante es evitar la ovulación y modificar el moco cervical haciéndolo más espeso para impedir el paso de los espermatozoides al interior del útero.
Su porcentaje de efectividad es mayor al 99% y debido a que no protege contra enfermedades de transmisión sexual, es recomendable que combines su uso con un condón.
LEER MÁS: ¿Qué es el implante anticonceptivo? Ventajas de este método hormonal
3. Parche anticonceptivo
El parche anticonceptivo es un pequeño adhesivo de forma cuadrada y de color similar a la piel que puede colocarse en el abdomen, parte superior del torso o del brazo.
Su función es casi similar al de las pastillas o al del implante, pero con la diferencia de que debe reemplazarse cada semana.
Tampoco es eficaz contra las enfermedades de transmisión sexual o ETS.
4. El DIU o dispositivo intrauterino
El DIU es un pequeño dispositivo intrauterino de plástico flexible con cubierta de cobre, en forma de “T”. Un profesional de la salud lo inserta por el cuello uterino para prevenir un embarazo.
El cobre del DIU altera las condiciones dentro del útero afectando el movimiento de los óvulos y los espermatozoides con la finalidad de prevenir la fertilización.
Su efectividad es de un 99% aproximadamente y no previene contra enfermedades de transmisión sexual.
5. Inyecciones anticonceptivas
La inyección anticonceptiva es un método que por lo general debe ser aplicado cada tres meses por un profesional de la salud.
Es uno de los anticonceptivos más prácticos y seguros. Además es reversible, es decir, cuando se suspende su aplicación, el cuerpo de la mujer comienza a ovular nuevamente, aunque esto puede tardar varios meses.
Este método no protege contra enfermedades de transmisión sexual.
6. Espermicida
El espermicida es una sustancia química que inactiva los espermatozoides para que no puedan llegar al óvulo.
El agente espermicida más común es el nonoxinol-9 (N-9), que está disponible en varias presentaciones: espuma, gel, crema o supositorio.
Este método debe colocarse de 10 a 20 minutos antes de las relaciones sexuales.
Si se usa de manera constante y correcta, puede convertirse en un método bastante seguro y efectivo para evitar un embarazo, aunque no protege contra las ETS.
Puedes conseguirlo sin receta.
7. Preservativo o condón masculino
El condón es una funda de látex que cubre el pene erecto, aunque también existen preservativos hechos de otros materiales para las personas que son alérgicas a dicho material.
Funciona como barrera entre el órgano sexual masculino y la vagina para que los espermatozoides no entren en contacto con el óvulo.
Es el único método junto con el condón femenino, que además de reducir el riesgo de un embarazo, también disminuye el peligro de transmisión de enfermedades de transmisión sexual.
Los condones se pueden adquirir sin receta médica y están disponibles en supermercados, farmacias y en tiendas físicas o en línea.
Tiene una eficacia del 98%.
9. Preservativo o condón femenino
Posee propiedades similares a las de los condones masculinos, pues protege de embarazos no deseados y de ETS.
Está hecho de un plástico delgado de poliuretano en forma de tubo con aros flexibles a los extremos opuestos.
Se usa dentro de la vagina para formar una especie de barrera que impide el contacto con espermatozoides, sangre o saliva.
Tiene una eficacia de 80 a 95%.
Recuerda que un profesional de la salud puede ayudarte a encontrar el método que más se ajuste a tus necesidades, pues cada anticonceptivo podría funcionar de manera diferente para ti.
Artículo validado por la Dra. Araceli Chavira Estañol, Ginecólogo Obstetra