El crecimiento de bebés y niños es uno de los aspectos que más preocupan a los padres durante los primeros años. Una alimentación saludable resulta esencial para el óptimo crecimiento de los niños. El sueño es otro de los factores que, decididamente, influye en el desarrollo de nuestros hijos. La genética y ciertas enfermedades pueden determinar el ritmo de crecimiento durante la infancia.
A la mayoría de los padres les preocupa cómo crecen sus bebés y es normal que se planteen cuestiones: ¿estará creciendo bien?, ¿se alimenta lo suficiente?, ¿su peso es normal?…
Existen una serie de factores que influyen en el ritmo de crecimiento de los niños: la herencia genética, la alimentación, el sueño o las enfermedades que puedan contraer en sus primeros años de vida.
Si sospechas que tu hijo puede tener algún problema de desarrollo, consulta al pediatra para que te proporcione un diagnóstico más preciso y realice las pruebas necesarias a tu hijo.
1. La genética, la herencia de nuestros padres
Los genes influyen en nuestro peso y talla al igual que determina el color de nuestros ojos.
Si los padres son altos o bajos, probablemente el bebé también lo sea.
2. La alimentación, mejor si es sana y equilibrada
La alimentación también desempeña un papel importante en el ritmo de crecimiento de los bebés.
- Algunas madres optan por la lactancia materna para alimentar a su bebé desde el nacimiento.
- Otras alimentan a su bebé con biberón por diferentes circunstancias.
Ambas opciones son perfectamente válidas, ya que aportan todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo y crecimiento de nuestro bebé.
Lo importante es comprobar que el bebé aumenta de peso con regularidad. En los niños más mayores la alimentación también es esencial para su desarrollo físico e intelecutal. Por esta razón conviene seguir una dieta equilibrada y evitar abusar de las grasas y de los productos de bollería, ya que favoren la obesidad infantil.
3. El sueño, el momento de crecer y… descansar
El sueño cumple una función reparadora en los bebés.
Durante el sueño nuestro organismo segrega la hormona de crecimiento por lo que es muy importante ayudarle a dormir y respetar sus horarios de sueño.
4. Las enfermedades, un momento crítico para el desarrollo
Existen graves enfermedades que pueden retardar la progresión de crecimiento de nuestro bebé, como las relacionadas con las anomalías cromosómicas o las alergias a los alimentos, por ejemplo la enfermedad celíaca.