En Navidad, tradicionalmente, se cantan villancicos. En el colegio o por las calles, los niños los escuchan y aprenden. A la mayoría de los niños les gusta cantarlos en familia durante las fiestas. Son un componente más de estas celebraciones y se transmiten de generación en generación. Pero ¿sabemos cuál es el origen de estas canciones navideñas?
En España, el origen de los villancicos se remonta a la Edad Media.
No como los conocemos actualmente, sino como “canciones de villa”, de composición muy sencilla.
Su creador fue el poeta árabe Mucáddam ben Muafa.
La estructura de los villancicos es similar a la de la composición conocida como «Moaxaja» o «Zéjel».
Los villancicos narraban los hechos más destacados del lugar y se cantaban durante las celebraciones.
Con el paso del tiempo, estas canciones se empezaron a cantar en iglesias, y ya en el siglo XIX, los villancicos quedaron asociados a cantos de Navidad.
Los villancicos son por lo general alegres y muy populares.
Algunos villancicos son célebres en muchas partes del mundo y tienen versiones en distintos idiomas, como el conocidísimo “Noche de Paz«, traducido a más de 300 idiomas.
A los niños les encantan y es muy posible que en estas fechas nos enseñen algunos de los que aprendieron en la guardería o en el colegio.
Los villancicos son de origen popular y hoy se conocen como canciones de Navidad.
Una opción interesante es escuchar los villancicos en casa con los niños pequeños o asistir a alguna representación en directo de alguna coral.
Este tipo de actuaciones también son tradiciones arraigadas a la Navidad: un plan en familia con el que disfrutaréis todos.
¿Sabías que los villancicos se utilizaban en un principio para narrar sucesos locales, incluso canciones amorosas, y no estaban asociados a la religión?
Las zambombas y las panderetas son instrumentos típicos de estas fiestas.
Los niños pueden tocarlos ya que su manejo es sencillo. El resto depende de la paciencia de los padres y de los vecinos. ¡Pum, pum, pum! ¿Os atrevéis a cantar «Campana sobre campana « o «Peces en el río «?
Si eres de los padres a los que le gusta entonar el do de pecho, podéis probar también a cantar con vuestros hijos divertidos villancicos como «La Marimorena«, «El Tamborilero«, «El Chiquirritín» o «A Belén Pastores«.
Aunque no son tan conocidos… ¡son muy tradicionales!