El cáncer de mama resulta difícil de diagnosticar durante el embarazo debido a los cambios que se producen en las mamas en este periodo. Esto hace que en ocasiones el cáncer ya esté en un estadio avanzado y que haya que optar por un tipo de tratamiento que puede poner en riesgo el desarrollo del bebé. ¿Qué hacer en estos casos?
El amor de una madre hacia sus hijos es inmenso, incluso antes de que se produzca el nacimiento del bebé. Uno de los aspectos más duros para una mujer embarazada ante un diagnóstico de cáncer de mama es la posibilidad de que el tratamiento afecte al desarrollo del bebé o que incluso ponga en riesgo la gestación y tenga que abortar, situación que se conoce como «aborto terapéutico».
Tras el impacto inicial, surgen muchas dudas: ¿es compatible el tratamiento del cáncer de mama con el desarrollo del embarazo? La respuesta depende del tipo de cáncer y del momento en el que se realiza el diagnóstico.
El cáncer se produce cuando ocurre una división incontralada de células. Estas células crecen sin control y pueden invadir tejidos y órganos (lo que se conoce como infiltración) o trasladarse y proliferar a otras partes de los órganos (lo que se conoce como metástasis).
Algunos síntomas comunes del cáncer de mama son la aparición de un nódulo en la mama que previamente no existía, dolor en la mama cuando se palpa, cambio de tamaño en algunas de las mamas, irregularidades en el contorno de las mamas, menor movilidad en una de las mamas al levantar los brazos, alteración en la piel de las mamas, cansancio o dolor óseo generalizado.
Teniendo en cuenta que el cáncer de mama se origina en el tejido de la glándula mamaria, durante el embarazo es más difícil su diagnóstico. ¿Por qué? La mayoría de las mujeres suelen detectarse un bulto en el pecho o en la axila que las hace sospechar de un posible tumor.
Sin embargo, durante el embarazo, las mamas aumentan de volumen y densidad debido al aumento de las hormonas del embarazo. Y esto dificulta la autoexploración. Y por tanto, el diagnóstico. También, la mayoría de los cambios que se producen en las mamas se atribuyen al embarazo. Algunos autores señalan que el retraso en el diagnóstico puede ser de entre 5-15 semanas.
A pesar de que no existen datos de inicidencia fiables, se estima que puede presentarse en 1 de cada 3000-10000 embarazadas.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres, el segundo tipo de cáncer más común del mundo y el que aparece con más frecuencia durante el embarazo, tras el parto o durante la lactancia, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
No obstante, el embarazo no es un factor de riesgo que favorezca el desarrollo de un tumor maligno. Pero sí lo puede ser la edad, como ser madre más allá de los 35 años o no serlo. Los expertos señalan además que la lactancia tiene un efecto protector, siempre que ésta sea prologanda, entre 1,5-2 años. La razón por la que esto es así se debe al retraso en la función ovárica y por la disminución de los niveles séricos de estrógenos durante la lactancia materna.
En función del estadio del cáncer de mama, el tratamiento puede ser uno u otro. Si el cáncer está muy avanzado y la vida de la madre corre peligro, puede poner en peligro también la de su hijo.
En este artículo sobre el cáncer de mama en el embarazo:
¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama en el embarazo?
Existen diferentes pruebas diagnósticas para confirmar o descartar la posibilidad de un cáncer de mama en el embarazo.
Algunas son más recomendables que otras durante el embarazo. Por ejemplo, la ecografía es una prueba segura que permite el estudio de una mama densa.
Sin embargo, la mamografía implica un pequeño riesgo de radiación para el feto, por lo que no se recomienda realizar como prueba de rutina.
Otras pruebas diagnósticas son la biopsia, para realizar un diagnóstico definitivo, y el estudio de extensión, debiéndose evitar la tomografía computerizada.
La ecografía de tórax y la ecografía abdomial, se pueden realizar protegiendo al feto.
Tratamientos contra el cáncer de mama en el embarazo
Antes de iniciar un tratamiento durante el embarazo contra el cáncer de mama, es necesario valorar una serie de aspectos como, estadio del cáncer (si se ha extendido o no), el tamaño del cáncer, la edad del feto y la salud general de la futura madre.
- La cirugía es el primer tratamiento que se realiza en embarazadas diagnosticadas con cáncer de mama. En este caso, la anestesia no supone un riesgo para el feto. La embarazada está controlada en todo momento. El tipo de cirugía que se realiza es una mastectomía radical. Con este tratamiento, después no necesita radioterapia.
- La radioterapia puede suponer un peligro para el feto debido a que la radiación puede dispersarse. Este tratamiento está contraindicado durante los primeros meses de embarazo.
- La quimioterapia no está indicada para los primeros meses de gestación. Los fármacos que se administran pueden afectar al desarrollo del feto, dando lugar a malformaciones. Tras el primer trimestre, la quimioterapia afecta en menor porcentaje al desarrollo del feto, pero existe una alta incidencia de parto prematuro o de pérdida del bebé.
¿Qué decisión tomar?
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*Este artículo es divulgativo. En ningún caso sustituye la opinión de un médico. Para cualquier duda, consulta a tu especialista.
