Si has observado que tu bebé tuerce o inclina la cabeza siempre hacia el mismo lado, es posible que se deba a una tortícolis. Esta dolencia puede ser congénita o causarse inmediatamente al nacer, durante el parto, especialmente si ha sido difícil extraer al bebé. Existen unos ejercicios para solucionar este problema que pueden hacerse bajo la supervisión del rehabilitador o del pediatra.
- ¿Qué es y cómo se manifiesta la tortícolis en el bebé?
- ¿Por qué se produce la tortícolis en el bebé?
- ¿Cómo se corrige la tortícolis en bebés?
¿QUÉ ES Y CÓMO SE MANIFIESTA LA TORTÍCOLIS?
La tortícolis es la tendencia a inclinar el cuello hacia un lado. Si el bebé tiene tortícolis puede manifestarse de varias formas:
- Casos muy llamativos en que el bebé siempre tiene la cabeza inclinada hacia un lado y parece que no puede volverla hacia el otro lado. Si se le mantiene erguido, la cabeza cuelga hacia un lado. Poco a poco, parece que se aplana un lado de la cara y que el otro se ensancha.
- Casos más leves en que sólo se percibe un ligero aplanamiento de la cabeza por uno de sus lados. El bebé tiende a dormir siempre sobre el mismo lado. Si se deja evolucionar, posiblemente llegaría a hacerse más intensa y se deformaría también la cara.
¿POR QUÉ SE PRODUCE LA TORTÍCOLIS?
El origen último es un acortamiento de uno de los músculos del cuello: el esterno-cleido-mastoideo. Puede producirse por varios motivos:
- Tras un parto algo difícil, la matrona o el obstetra tuvieron que tirar de forma algo brusca de la cabeza del bebé. Por ejemplo, si el bebé era muy grande o si se utilizó una ventosa obstétrica. A veces se detecta a los pocos días y otras veces tras varias semanas.
- Por acostar al bebé siempre del mismo lado, se va estirando uno de los músculos, mientras que el del otro lado se acorta.
- Algunos bebés giran la cabeza cuando regurgitan a menudo (pero esto no suele ocurrir a edad tan temprana).
¿CÓMO SE CORRIGE LA TORTÍCOLIS?
En la mayoría de los casos bastará con unos ejercicios sencillos que pueden hacerse siguiendo la orientación del rehabilitador o del pediatra.
Consisten en estirar suavemente el músculo acortado y estimular que el bebé mueva por sí mismo el cuello en distintas direcciones. No suele dejar secuelas y muy rara vez puede necesitar ser operado.