Estudios recientes demuestran que los sentidos del recién nacido están mucho más desarrollados de lo que se creía. Los padres pueden comprobarlo en esos ratos que sus hijos pasan despiertos, en un estado conocido como «alerta tranquilo», en que están sumamente atentos.
Hasta hace poco se creía que los bebés no veían hasta que no tenían un mes de vida. Y se consideraba que el resto de los sentidos no se despertaban hasta mucho más tarde.
Investigaciones recientes ponen de manifiesto que la realidad es muy distinta. Ya desde el nacimiento los bebés tienen exquisitamente desarrollados los sentidos. Y están dotados de instintos que serán vitales para su adaptación y supervivencia.
Todas las habilidades del bebé recién nacido se fortalecen a medida que pasan los días.
Comprobar esto no ha sido fácil, ya que los bebés pasan la mayor parte del día durmiendo. ¡O llorando! Sin embargo, un 10% de su tiempo lo pasan despiertos y en un estado especial llamado «alerta tranquilo», durante el cual están muy atentos. Ese es el mejor momento para observar al bebé e ir conociéndole.
Los bebés recién nacidos pasan la mayor parte del día y de la noche durmiendo. El sueño del bebé atraviesa varias etapas. La mitad es sueño tranquilo y la otra mitad, sueño activo.
Los bebés pueden oír desde varios meses antes de nacer. Los bebés recién nacidos prefieren escuchar el tono de voz de sus padres frente a otros sonidos. Hablar al bebé recién nacido le reconforta.
El recién nacido distingue perfectamente los sabores dulces de los amargos, ácidos y salados, y muestra una clara preferencia por los primeros. Entre todos ellos la leche materna es uno de sus sabores preferidos.
Los bebés, al nacer, todavía no tienen desarrollado el sentido del equilibrio. Por esta razón, no les gustan los cambios de postura. Esta reacción suele acompañarse de llanto.
Al nacer los bebés son, en cierto modo, miopes. Sin embargo, los bebés recién nacidos prefieren observar rostros humanos, como los de sus padres, frente a otras formas.
Los bebés recién nacidos son capaces de reconocer el olor de su madre. También es cierto que las madres pueden reconocer a sus hijos por el olor desde muy pronto.