No todos los niños empiezan a hablar a la misma edad. Cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo del lenguaje. Lo más importante es que muestren algún tipo de intención comunicativa desde pequeños, que interactúen con los demás aunque no utilicen palabras. A partir de los 3 años, con el inicio de la escolarización, suele producirse un avance muy notable en el lenguaje.
Desde la perspectiva de los padres lo significativo no es que a los 18 meses nuestro hijo hable o no, sino que nosotros, como padres, veamos que hay una progresión en su aprendizaje del lenguaje. Es decir, que el niño avanza en su evolución aunque lo haga con meses de retraso o adelanto.
Por eso es importante conocer cuál es el orden en la evolución de esta conducta. Podemos empezar a observar avances desde el mismo momento del nacimiento, aunque en los primeros meses estos avances son muy lentos.
A continuación, hacemos un recorrido por el desarrollo normal del lenguaje desde los primeros meses del bebé hasta más allá de los 6 años y los signos de alerta a los que debemos prestar especial atención los padres.
- Desarrollo normal del lenguaje hasta los 6 años del niño
Realmente el periodo más crítico de explosión del lenguaje oral está entre los 18 meses y los 3 años de edad. La comprensión y la expresión del lenguaje son las dos caras de una misma moneda y su desarrollo sucede paralelo con un ligero adelanto siempre en la comprensión. Es decir, lo lógico es que nuestro hijo sea capaz de comprendernos antes de poder expresarse en palabras.
- Durante los tres primeros meses, emite sonidos tipo “aullido”, guturales “ajo”, suspiros, bostezos, juega con la lengua, hace pedorretas. Al mismo tiempo observamos lo que hace cuando oye algún ruido desconocido o inesperado. Por ejemplo, el bebé se vuelve para buscar la fuente de sonido. En esta etapa el signo de alarma sería la falta da llanto del bebé.
- En el segundo trimestre, lo importante es la aparición de la risa y su uso cada vez más social. Pasa de ser una respuesta refleja a una forma de vincularse y compartir con las figuras de apego. Aumenta la emisión de sonidos, balbuceos y gorjeos.
- De los 6 a los 12 meses se produce un avance muy importante en el desarrollo del lenguaje, que es la aparición de emisiones silábicas: ma-ma-ma, pa-pa-pa, na-na-na y, al final de la etapa pueden aparecer las primeras palabras. Aumenta su repertorio de gestos y aparecen algunos con clara intención comunicativa, como señalar. Una vez surgen las primeras palabras y aparece la intención comunicativa, el desarrollo del lenguaje se acelera. En ocasiones hay niños que no utilizan un repertorio grande de palabras pero, sin embargo, se hacen entender sin necesidad de ellas. Reconoce situaciones claras de saludo y despedida y trata de intervenir con los gestos y sonidos adecuados.
- Hacia los 18 meses los silábicos empiezan a convertirse en palabras con claro significado: mamá, papá, pipí, etc. y de ahí hasta los 2 años avanza en los usos que hace de ese lenguaje básico: expresar, designar, ordenar. Empieza el habla con jerga y utiliza dos palabras juntas en el sentido de una frase: “mamá agua” (mamá quiero agua). Intenta repetir todo lo que oye y reduce las palabras a dos sílabas o a su sonido final para, entorno a los 24 meses, empezar a construir frases sencillas. Si quieres saber más, pincha sobre el desarrollo del lenguaje en niños de 12 a 24 meses.
- Entre los dos y los tres años, el lenguaje de jerga pasa de ser telegráfico a un lenguaje articulado en frases de 3 y 4 elementos, empieza a utilizar el “yo” y a comprender el “mío”. Introduce los verbos y cada vez va siendo más capaz de entender todas las palabras referentes a estímulos, objetos y situaciones que previamente le hayan enseñado.
- Entre los 3 y los 6 años se produce una expansión gramatical comenzando a prestar atención a la construcción de las frases. Momento del ¿Y por qué? Y de la hiperregularización de los verbos (rompido en lugar de roto).
- A partir de los 6 años, el niño utiliza un lenguaje que va siendo más similar al adulto con una complejidad gramatical cada vez mayor.
Recomendaciones para padres sobre el lenguaje del niño
No hay que angustiarse si tenemos un niño de dos años que todavía no pronuncia una sola palabra, pero sí debemos estar atentos a que aunque no utiliza palabras sí hace uso de gestos y sonidos, busca nuestra mirada cuando quiere comunicarnos algo o señala lo que le interesa.
Incluso en niños más mayores podemos encontrarnos con el caso de niños cuyo nivel de competencia a la hora de hablar está por debajo del de sus compañeros del cole, sin embargo, podemos percibir que nos entiende y su uso del lenguaje se va perfeccionando.