El ejercicio moderado de la madre durante el embarazo favorece el desarrollo neurológico del feto. Esto es así según un estudio realizado por el Centro de Investigación del Hospital CHU Sainte-Justine de la Universidad de Montreal, Canadá. Este hallazgo rompe con la antigua recomendación de prescribir reposo e inactividad a las embarazadas.
Según un estudio del Centro de Investigación del Hospital CHU Sainte-Justine de la Universidad de Montreal (Canadá), 20 minutos de ejercicio moderado 3 veces a la semana durante la gestación favorece el desarrollo del cerebro del bebé.
El estudio fue realizado por David Ellemberg, director de la investigación, Daniel Curnier y Elise Labonte-LeMoyne. «Nuestra investigación indica que el ejercicio durante el embarazo mejora el desarrollo del cerebro del niño recién nacido«, afirman los investigadores.
Ellemberg añade que aunque en estudios experimentales con animales ya se habían demostrado resultados similares, éste es el primer ensayo controlado y aleatorizado (con validez científica) que ha podido medir objetivamente el efecto del ejercicio durante el embarazo directamente en el cerebro del feto humano.
«Esperamos que estos resultados orienten las intervenciones de salud pública y la investigación sobre la plasticidad del cerebro. Y también que esto anime a las mujeres a cambiar sus hábitos de salud, teniendo en cuenta que el simple hecho de hacer ejercicio durante el embarazo puede marcar una diferencia para el futuro de sus hijos», añade el director.
Los resultados de esta investigación se presentaron en el Congreso de Neurociencia 2013, que se celebra en San Diego (California, Estados Unidos).
La inactividad en el embarazo no es recomendable
Hasta hace poco tiempo, los toco-ginecólogos recomendaban a las mujeres que realizaran las actividades de su vida diaria con calma y que descansaran durante el embarazo. Recientemente, esta idea se ha desechado y ahora se acepta que la inactividad durante el embarazo es un problema de salud.
«El sedentarismo aumenta el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo mientras que la actividad física puede facilitar la recuperación post-parto, hace más llevadero el embarazo y reduce el riesgo de obesidad en los niños», afirman los investigadores de Montreal. Y añaden: «Teniendo en cuenta que el ejercicio se ha demostrado que es beneficioso para el cerebro del adulto, se propone la hipótesis de que también podría ser beneficioso para el niño que nace gracias a las actividades que practique la madre durante el embarazo».
Para comprobar esto, a partir del inicio del segundo trimestre, las mujeres que participaron en el estudio fueron asignadas aleatoriamente (al azar) a un grupo que realizaría ejercicio o a un grupo sedentario. Las mujeres del grupo de ejercicio realizaron 3 veces a la semana 20 minutos de ejercicio cardiovascular de una intensidad moderada, que debía provocar al menos una ligera dificultad para respirar.
La actividad cerebral de los recién nacidos se evaluó entre los 8 y 12 días primeros días de vida mediante un electroencefalograma, que graba la actividad eléctrica del cerebro. Los investigadores colocaron 124 electrodos en la cabeza del bebé y esperaron a que se quedara dormido. A continuación, midieron la memoria auditiva a través de la respuesta inconsciente del cerebro a los sonidos repetidos y novedosos.
Los resultados demostraron que los hijos de las madres físicamente activas tenían una activación cerebral más madura, lo que sugiere que sus cerebros se habían desarrollado más rápidamente.
Actualmente, los investigadores van a evaluar el desarrollo cognitivo, motor y el lenguaje de estos niños a la edad de 1 año para verificar si se mantienen estas diferencias.
En cualquier caso, el ejercicio moderado de la madre durante la gestación parece ser beneficioso para el desarrollo del cerebro de su futuro hijo.