La figura de la doula cada vez va siendo más conocida y valorada en nuestra cultura. Sin embargo, aún hay muchas dudas sobre lo que hacen exactamente estas mujeres en su profesión. Su importante papel de acompañamiento en el embarazo, el parto y la crianza es una buena opción para muchas madres actuales.
Se cree que el término doula tiene su origen en la Grecia Antigua y significa sierva, esclava. Algunos autores creen que procede de la lengua indi y que significa mujer experimentada.
Una doula es una mujer experimentada que ayuda a otras mujeres en la crianza de sus bebés. También las ayudan durante el embarazo y el parto.
La doula ofrece el apoyo y la contención emocional que antiguamente ofrecía alguna mujer de la familia (madre, abuela, amiga…) a la mujer que iniciaba su maternidad. Esta mujer de la familia se encargaba de cuidar y de cubrir las necesidades de la madre después del parto, para que ésta pudiese dedicarse exclusivamente a su bebé.
La forma de vida actual hace difícil esta tarea de manera espontánea por alguna mujer familiar. En cierta manera, se ha perdido el entorno femenino facilitador del parto y la crianza, trasladando a las madres al entorno de la medicina y la tecnología.
Las familias han dejado de ejercer el apoyo en la crianza para que sea un personal especializado el que se ocupe de cumplir estas funciones de antigua tradición íntima y femenina.
De esta manera, la doula sería una forma actualizada de esta figura femenina que facilita, de manera amorosa y protectora, los inicios de la maternidad. Su función esencial es el acompañamiento a la madre.
Así, la doula es una mujer que acompaña a otra durante el embarazo, parto y/o puerperio, favoreciendo el bienestar general de la madre y cuidado de sus necesidades, especialmente de las emocionales.
¿Ser doula es una profesión?
En realidad, la figura de la doula no está reconocida en España como profesión homologada. Por ello, existe formación no reglada para esta figura pero no se dispone de certificación oficial de un título.
Además, la poca demanda de los servicios de la doula hace que sea prácticamente imposible dedicarse al desarrollo de estos servicios a tiempo completo. De esta manera, hoy en día, en España no hay prácticamente ninguna mujer que pueda dedicarse profesionalmente a ser doula y obtener sus ingresos de este trabajo.
Sin embargo, ser doula es una práctica profesional en pleno proceso de expansión que debería ser reconocida y retribuida.
Actualmente, la legitimidad para ejercer las funciones de doula viene dada por la posibilidad de poder acreditar alguna formación en este ámbito.