Los juguetes deben tener una garantía de al menos dos años, por ley. Si el juguete sale defectuoso, lo mejor es dirigirse al establecimiento con el ticket de compra para reclamar el cambio por otro juguete de las mismas o similares características. Por ello es fundamental, al comprar un juguete para el bebé o el niño, conservar siempre el ticket de compra.
Los juguetes, por ley, tienen una garantía de dos años.
Después de la compra, los adultos deben guardar y conservar el ticket de compra. Este documento garantiza el derecho de los consumidores a su devolución, reparación, sustitución o bajada de precio si el juguete resulta defectuoso.
En caso de que un juguete resulte defectuoso es imprescindible presentar el ticket de compra en el establecimiento. Una vez comprobado que se ha realizado la compra, el consumidor tiene derecho a que le cambien el producto por otro igual o de características similares.
Los padres pueden encontrar asesoramiento en las oficinas municipales de información al consumidor (OMIC) y en el teléfono 010, los organismos autonómicos de consumo y en las asociaciones de consumidores.