Los patrones de crecimiento son el resultado de estudios poblacionales sobre el ritmo de crecimiento de los bebés y niños para los parámetros de la talla, el peso, el perímetro craneal y el índice de masa corporal en los distintos países del mundo.
Estos patrones sirven para evaluar cómo crece el bebé y verificar si su desarrollo es común a la media del resto de bebés y niños de su misma edad y sexo. Varían en función de la zona geográfica en la que nace el bebé, ya que no crecen de igual forma los niños del norte de Europa que los del sur de África.
Las herramientas que se utilizan en estos casos son las gráficas de crecimiento, que aportan información muy valiosa y permiten detectar enfermedades o anomalías en el ritmo de crecimiento de los niños.
Hasta hace poco uno de los modelos de referencia, de extendido uso mundial, eran los patrones de crecimiento infantil del National Center for Health Statistics Growth Chats. Pero este estudio tan sólo recogía datos de niños que vivían en países desarrollados.
Poco a poco se han ido realizando diferentes estudios poblacionales sobre el ritmo de crecimiento de los niños. De hecho, en el año 2006, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su propio patrón de crecimiento infantil, que fue realizado con niños de diferentes partes del mundo (Brasil, EE.UU, Ghana, India, Noruega y Omán). Este patrón hoy sirve de modelo para lactantes y niños hasta los cinco años, .
En España, el patrón de crecimiento está determinado por los resultados del estudio longitudinal y transversal de crecimiento realizado a finales de las década de los 70 por la Fundación Orbegozo Eizaguirre. Y el modelo de referencia que sirve para valorar el ritmo de crecimiento de los bebés y niños es la gráfica de crecimiento M. Hernández.