Los trastornos del lenguaje en los niños suelen ser desconcertantes y preocupantes para los padres. Muchas veces no sabemos cómo actuar ante estos problemas. Por ello, es interesante que los padres estén informados sobre los tipos de trastornos del lenguaje o retrasos del habla que puede sufrir un niño. A continuación te explicamos en qué consiste cada uno de ellos.
Los trastornos del lenguaje o de la comunicación afectan a la forma en la que el niño desarrolla el lenguaje. Los trastornos del lenguaje o retrasos del habla son muy inquietantes para los padres porque no consiguen comprender a sus hijos o ven que los demás no les entienden y comprometen seriamente su aprendizaje escolar.
Estos trastornos se caracterizan por dificultades en la comunicación lo suficientemente importantes como para afectar al rendimiento académico del niño y/o a sus relaciones sociales.
Abarcan desde errores simples a la hora de nombrar objetos, dificultad en la pronunciación de determinados fonemas hasta déficit en la comprensión de órdenes sencillas.
Los diagnósticos que se recogen bajo la categoría de trastornos del lenguaje son: trastorno del lenguaje expresivo, trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo (disfasia), afasia adquirida, trastorno fonológico, tartamudeo y mutismo. A continuación vemos en qué consiste cada uno.
Tipos de trastornos del lenguaje en los niños
1. Trastorno del lenguaje expresivo, el niño no se expresa adecuadamente
El trastorno del lenguaje expresivo se produce cuando la capacidad del niño para usar el lenguaje oral es claramente inferior a la esperada para su edad.
Puede tratarse de un vocabulario muy limitado, errores en los tiempos verbales o dificultad para memorizar palabras o reproducir frases de una complejidad propia de la edad.
En estos casos podemos hablar de un trastorno simple del habla, es decir, el niño entiende perfectamente pero por algún motivo no consigue expresarse adecuadamente.
2. Disfasia, el niño no comprende algunas palabras o frases
Este trastorno del habla se conoce como «trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo«. Se produce cuando a los síntomas del trastorno anterior, se le añaden también dificultades para comprender palabras o frases.
Se considera que no es posible la existencia de un trastorno puro del lenguaje receptivo, ya que si el niño tiene problemas para comprender lo que le dicen, es lógico que también presente dificultades a la hora de expresarse. Este trastorno es lo que tradicionalmente se entiende como disfasia, es decir, una capacidad de expresión y comprensión oral por debajo de lo esperado.
3. Afasia adquirida, el lenguaje del niño se deteriora
Este trastorno del lenguaje se conoce como afasia adquirida. Se trata de un retroceso o deterioro del lenguaje una vez que el niño ha adquirido cierto nivel de comprensión y expresión verbal. Por ello, se diagnostica pasados los dos años de edad y normalmente hay una causa clara que explica dicho retroceso. Así pues se habla de afasia adquirida con epilepsia o por traumatismo.
4. Trastorno fonológico, el niño comete errores en el habla
Este trastorno del habla se conoce como «trastorno fonológico«. Se trata de la incapacidad para utilizar los sonidos del habla propios de la edad e idioma del sujeto. Se presentan errores en la producción de sonidos, sustituciones de unos sonidos por otros (decir «tasa» en lugar de «casa») u omisiones de sonidos (decir «etella» en lugar de «estrella»). Los sonidos que con más frecuencia se sustituyen u omiten son aquellos de adquisición más tardía en la evolución del habla, como son los sonidos l, r, s, z, ch. Se trata únicamente de un trastorno de la articulación del lenguaje.
5.Tartamudeo, el niño siente ansiedad al hablar
El tartamudeo se trata de un déficit en la fluidez del habla, que consiste en repeticiones involuntarias de fonemas o prolongaciones de sílabas. También se pueden presentar interjecciones o pausas en mitad de la palabra o bloqueos en el ritmo del habla.
Es un trastorno muy angustioso para quien lo padece y muchas veces depende de claves situacionales, es decir, que la tartamudez surge o se agudiza dependiendo de en qué situación esté hablando el niño o con quién. El tartamudeo aparece muy relacionado a aquellas situaciones que provocan ansiedad o donde la exigencia de un buen rendimiento por parte del niño es elevada.
6. Mutismo, el niño deja de hablar de forma brusca
Este trastorno se conoce como mutismo. Consiste en la desaparición brusca del habla una vez ésta se había adquirido, que puede coincidir con un suceso traumático. Este es el caso típico del mutismo total pero se puede presentar también un mutismo selectivo, es decir, no hablar ante determinadas personas o situaciones, generalmente aparece un mutismo extra-familiar y se relaciona con motivos emocionales.