El neumotórax se produce debido a una disfunción pulmonar que resulta, a veces, de otras enfermedades de pulmones o bronquios. Es más frecuente entre los bebés prematuros, debido a la inmadurez de los pulmones de estos bebés. Se resuelve en poco tiempo y no suele dejar secuelas.
La pleura es una membrana fina que recubre los pulmones. Consta de dos capas: una de ellas está muy pegada a los pulmones y la otra, a las costillas.
La palabra neumotórax indica que hay aire en el tórax aunque, en este caso, no se trata del aire que entra en los pulmones cuando el recién nacido respira, sino de aire que se cuela entre las dos capas de la pleura.
Ese aire impide que los pulmones del recién nacido se llenen de oxígeno y causa dificultad para respirar al bebé.
En este artículo sobre el neumotórax en el bebé prematuro:
¿Por qué se produce el neumotórax en el bebé prematuro?
¿Cómo se trata el neumotórax en el bebé prematuro?
¿Qué consecuencias puede tener el neumotórax para el bebé prematuro?
El neumotórax en el bebé prematuro
El neumotórax resulta, en ocasiones, de haber realizado maniobras algo violentas durante la reanimación del bebé recién nacido.
En otros casos, el neumotórax del recién nacido o el bebé prematuro es consecuencia de otras enfermedades de los pulmones o los bronquios, que se han complicado.
¿Cómo se trata el neumotórax en el bebé prematuro?
El bebé recién nacido con neumotórax puede necesitar la ayuda del respirador para introducir aire en sus pulmones y, de ese modo, respirar adecuadamente.
Si se acumula mucho aire entre el pulmón y las costillas del bebé prematuro o el recién nacido, puede que sea necesario forzar la salida del aire mediante un tubo de drenaje pleural.
¿Qué consecuencias tiene el neumotórax para el bebé?
Por lo general, el neumotórax es una complicación manejable, que se resuelve en poco tiempo y no deja secuelas en el bebé prematuro.