En Elbebe.com charlamos con la doctora Elena Alonso Lebrero, médico adjunto de la sección de alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón, sobre las manifestaciones más frecuentes de las alergias en bebés y niños.
En España, el 20% de la población infantil ha padecido algún episodio alérgico. No se sabe por qué, pero en los últimos años estamos viviendo un aumento de las alergias. Pero, ¿por qué hoy en día somos más alérgicos que las generaciones anteriores?
Los científicos todavía no saben a ciencia cierta a qué se debe este incremento. Además de los factores que ya conocemos, como la predisposición genética (atopía), el desarrollo del sistema inmunológico o la edad, se sabe que las circunstancias ambientales también pueden influir, para bien o para mal, en la aparición de las alergias en la infancia o en otras etapas de la vida.
Por ejemplo, ser excesivamente escrupuloso con la higiene puede debilitar el desarrollo de nuestro sistema inmunológico, haciéndolo poco resistente a sustancias que nuestro cuerpo tiene que aprender a reconocer. La contaminación, el humo del tabaco, la falta de exposición al sol y la carencia de la vitamina D (hipovitaminosis) o la acumulación de polvo también pueden favorecer la aparición de alergias. Según algunas teorías, el modo de vida occidental puede estar aumentando esta prevalencia.
En algunos casos las alergias evolucionan espontáneamente hasta que se produce una situación de tolerancia. Pero esto no es, ni mucho menos, lo habitual. De hecho, «estamos viviendo un aumento de las alergias persistentes», explica la doctora Elena Alonso Lebrero, médico adjunto de la sección de alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón y autora de la «Guía de las alergias del bebé», editada por el Observatorio Avent de la Salud Infantil. En Elbebe.com charlamos con ella sobre las manifestaciones más frecuentes de las alergias infantiles.
Manifestaciones más frecuentes de las alergias infantiles
Pregunta: En líneas generales, ¿cuáles son las manifestaciones más frecuentes de una reacción alérgica en bebés y niños en función de las sustancias que las desencadenan?
Respuesta: Estos síntomas se manifiestan de forma diferente dependiendo de la región del organismo en la que se produce la reacción. Por ejemplo:
- Si el alérgeno es inhalado por el árbol bronquial producirá asma.
- Si es por contacto, suele provocar una urticaria aguda.
- Cuando el alérgeno es ingerido por vía oral, como sucede con los alimentos y algunos medicamentos, el contacto es masivo o el alérgeno muy potente, como el caso de venenos de himenópteros (grupo de insectos que comprende a las hormigas, abejorros, abejas y avispas), se produce una liberación de mediadores en el torrente sanguíneo que puede provocar síntomas en cualquier órgano del cuerpo, como en la piel, el sistema digestivo e incluso en el respiratorio y circulatorio.
- Si se manifiesta en la piel, puede aparecer como eccema o urticaria.
- Si es en las vías respiratorias, como tos, asma, rinitis aguda, voz o llanto alterado, síntomas digestivos con dificultad para tragar, vómitos o diarrea.
- Si aparece una reacción multisistémica con afectación respiratoria y circulatoria, el cuadro adquiere características de mayor gravedad, pudiendo afectar incluso a la vida del paciente. Esta afectación grave se denomina anafilaxia y requiere un tratamiento urgente inmediato.
P: ¿En qué casos las reacciones alérgicas en bebés y niños pueden ser graves?
R: El asma puede ser grave por múltiples factores al igual que la dermatitis. En cuanto a los alimentos depende de la sensibilización del niño a estos y de la cantidad de antígeno (sustancia que desencadena la alergia) que ingiera. Es decir, lo sabemos “a posteriori” y una vez que ha ocurrido lo etiquetamos de grave. A partir de ese momento se indican las precauciones necesarias.
P: ¿Qué deben hacer los padres ante un episodio de alergia?
R: Como en el caso de todo episodio que se salga de lo que es la norma habitual del niño sano, deben consultar a su pediatra, que es la persona mejor preparada para orientarles y hacer un diagnóstico de sospecha o no de alergia.
P: En función de la alergia (alimentos, látex, polen…) ¿Cuál es el tratamiento para cada una de ellas?
R: Por supuesto, el tratamiento es individual, no sólo porque se trata de diferentes desencadenantes, sino porque la clínica es también diferente, dependiendo de cada causa y también en cada individuo. Cada niño necesitará un tratamiento diferente según sus síntomas y la gravedad de estos.
Como hemos señalado, el pediatra o alergólogo pediátrico es en primera instancia la persona encargada de proporcionar las pautas adecuadas para los diferentes cuadros clínicos de las posibles alergias. Para ello es fundamental establecer un diagnóstico preciso, que se realizará mediante diferentes pruebas, en función de cada caso (edad del bebé o niño) o tipo de alergia.
Una vez realizado el diagnóstico se pueden establecer ciertas medidas transitorias de prevención. Por ejemplo, a veces, se suprime un determinado alimento de la dieta hasta completar el estudio. Si el niño presenta asma se pueden emplear broncodilatores, medicamentos antiinflamatorios o controladores, pero siempre bajo estricto control médico.
P:¿Existen vacunas para todos los casos?
R: Las vacunas terapéuticas o la inmunoterapia con alérgenos se emplean en casos de alergia a inhalantes (pólenes, acaros, hongos), en alergias a veneno de avispas y abejas, y comienzan a utilizarse para la alergia a algunos alimentos y para el látex. Si bien en estos dos últimos casos no es lo habitual, existen menos experiencias.
P: ¿Por qué un niño puede sufrir un episodio alérgico en algún momento de su vida y luego dejar de serlo?
R: Algunos tipos de alergia, sobre todo para algunos alimentos, evolucionan a la tolerancia, pero no siempre es así y el tiempo en que ocurrirá es diferente en cada caso.
P: ¿Por qué estamos viviendo un aumento de las alergias persistentes? ¿La contaminación afecta a la mayor incidencia de alergias?
R: Es una buena pregunta, pero actualmente carecemos de respuestas bien fundadas.