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sábado, diciembre 14, 2024
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Heridas en bebés y niños: Tipos de heridas ¿Cómo curarlas? ¿Qué hacer si se infectan?

Contenido revisado y aprobado por el equipo editorial

Las pequeñas heridas (chichones, rasguños, cardenales,…) son una constante en los niños. Como padres, debemos adoptar las medidas necesarias para intentar evitarlas. Las heridas leves podemos curarlas en casa siguiendo una serie de pautas. Cuando las heridas son graves (mordeduras, bordes de piel que no se juntan, cuerpos extraños incrustados en la piel) se debe acudir a urgencias lo antes posible.

Chichones, magulladoras, cardenales… Las heridas en los niños son una constante. Forman parte de su infancia, de su necesidad de explorar y descubrir el mundo que los rodea. Son una especie de prueba-error del aprendizaje: «por aquí no, que me caigo», «por allí sí, que no me resbalo».

Como padres, debemos mantener una actitud vigilante, teniendo mucho cuidado de que nuestro hijo no se haga «verdaderamente» daño. Pero tampoco debemos caer en el otro extremo y limitar cada uno de sus movimientos por miedo. «Sal de ahí, que te vas a caer», «no toques eso, que te puedes hacer daño», «no comas tan rápido, que te puedes atragantar». Con una actitud temerosa, ¡transmitimos miedo e inseguridad a nuestros hijos! Limitamos su curiosidad y sus ganas de aprender.  

Como padres, debemos saber que algunos golpes o caídas se pueden producir por diferentes razones evolutivas.

  • Hasta los 3 años, los niños todavía tienen un andar inseguro. Esto hace que se produzcan caídas al suelo por un tropiezo, un mal paso, un andar inestable. La mayoría de estos golpes son leves. El niño se cae y se levanta.
  • En cambio, entre los 3 y los 6 años, la situación cambia. El desarrollo motor del niño es mucho más estable y su andar más seguro. Pero en esta edad, los niños no son conscientes del peligro debido a su pensamiento «mágico», característico de esta etapa. Las caídas pueden ser mucho más graves. En este caso los adultos deben estar muy pendientes de los movimientos de sus hijos, alejando los objetos que puedan ponerlos en peligro.
  • El rango de edad comprendido entre los 6 y los 12 años también conlleva cierto peligro. En este caso, los niños suelen desafiar a sus amigos, poniendo a prueba su valentía. Así es frecuente escuchar frases del tipo «a que no te atreves a».

En este artículo sobre heridas en bebés y niños:

Tipos de heridas en bebés y niños

Los padres nunca debemos:
Frotar la herida
Poner vendajes apretados
Utilizar algodón o alcohol
Extraer nosotros cuerpos extraños

Las heridas son el resultado de una alteración de la piel y de los tejidos que rodean la zona.

Pueden ser leves (la piel simplemente se erosiona) o pueden ser muy graves (mordeduras, bordes de piel que no se juntan, cuerpos extraños incrustados en la piel). En estos casos la atención médica es urgente.

Algunas de las heridas más comunes son los hematomas, las contusiones, los cardenales, los cortes, los rasguños y las abrasiones.

Hematomas, contusiones y cardenales

Una de las heridas más frecuentes en la infancia son los hematomas, las contusiones o los cardenales. Se producen debido a un golpe. Este tipo de heridas se distingue por su color violáceo, amarillo y/o marrón. El sangrado se produce debajo de la piel, sin llegar a salir al exterior. En este caso, no existe peligro de infección. Pero tardan un tiempo en desaparecer, alrededor de 2 semanas.

¿Cómo curarlos?
  • Aplicamos frío sobre la zona con unos hielos envueltos en un paño o en una bolsa.
  • Si existe mucho dolor, podemos dar al niño un paracetamol.
  • Podemos aplicar pomadas y lociones que contengan Arnica, un compuesto natural con propiedades antiinflamatorias.

Cortes

Los cortes se producen cuando nuestro cuerpo entra en contacto de forma brusca con objetos cortantes y afilados (cuchillos, cristales, hierros,…). En caso de rasguño, tenemos que limpiar la herida para que no se infecte.

Si la herida es más grave y profunda (bordes de la piel que no se juntan, por ejemplo), el niño necesitará puntos de sutura. Los profesionales de la salud también pueden utilizar tiras adhesivas. Los cortes en la cara suelen ser peligrosos y graves.

En estos casos se debe acudir a urgencias antes de que transcurran 6 horas y la herida haya comenzado a cicatrizarse.

¿Cómo curarlos?
  • Lavamos la herida con agua y jabón.
  • Luego tenemos que intentar detener el sangrado.
  • Para ello utilizamos guantes y un apósito perfectamente limpio.
  • Volvemos a lavar la herida con agua y jabón.
  • Secamos bien la zona sin tocar la herida.
  • Aplicamos un antiséptico.
  • Salvo que se encuentre en una zona delicada (extemidades), no tapamos.

Rasguños y abrasiones

Los rasguños y abrasiones se producen cuando el bebé o niño se cae sobre una superficie con tierra.

¿Cómo curarlos?
  • Lavamos la herida con agua y jabón.
  • Eliminamos cuidadosamente con una tijera los restos de piel situados alrededor de la herida.
  • Aplicamos una loción antiséptica.
  • Solo cubrimos la herida cuando se encuentre en una zona que limite la cura, como los pies o las manos.

¿Cuándo preocuparse?

El mayor riesgo de las heridas es la probabilidad de que se infecten.

Cuando una herida se empieza a infectar, la zona se muestra enrojecida, inflamada y duele.

En este caso es importante que un profesional sanitario pueda valorar su estado.

El médico valorará la posibilidad de administrar la vacuna antitetánica.

¿Qué hacer si se infectan?

En caso de infección de una herida, ¡la atención médica debe ser urgente!

Nota: Esta información es de caracter informativo, educativo y divulgativo. No sustituye en ningún caso el asesoramiento de los profesionales de la salud. Para cualquier duda, consulte a su médico y/o pediatra.

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