El sarampión es una enfermedad vírica que se transmite por el aire contaminado (tos, estornudos, gotas de saliva…) y que, hoy en día, existe en todos los países del mundo. Sus primeros síntomas son fiebre, tos, mocos, conjuntivitis y, a veces, manchas blancas en la lengua. Después aparecen manchitas en todo el cuerpo. Esta enfermedad puede tener complicaciones graves, por lo que es importante prevenirla con la vacunación.
El sarampión está causado por un virus llamado Morbillivirus, un virus ARN de la familia de los Paramyxovirus.
Se transmite a través del aire contaminado, mediante la tos, estornudos, moco o gotitas de saliva.
Los seres humanos son los únicos que padecen esta enfermedad y pueden contagiarse en cualquier parte del mundo.
Primero, hay un periodo de incubación que dura unos 10 días, sin síntomas.
Después, durante 3 y 7 días el niño tiene fiebre, tos, moco, conjuntivitis y a veces, unas manchitas blancas en el interior de la boca.
Entre el 4º y el 7º día aparecen manchitas (exantema). Suelen empezar por el cuello y luego pasan a cara, pecho, abdomen y extremidades.
No es normal que piquen. Son manchitas de color rosado- rojizas, abundantes, que se amontonan y duran entre 4 y 7 días.
Al final, puede haber una suave descamación de la piel en las zonas que hubo manchas.
El sarampión puede tener serias complicaciones :
a) Por la propia infección del virus puede haber dos tipos de encefalitis: una aguda (que aparece a los pocos días) y otra subaguda (que se manifiesta meses o años después). Las encefalitis, al causar inflamación del sistema nervioso, son siempre graves y pueden producir retraso mental profundo.
b) Al disminuir las defensas del paciente, pueden aparecer otras infecciones que se aprovechan de la circunstancia y originarse otras afecciones, como otitis media, laringo-traqueo-bronquitis, neumonías o diarreas…
¿Cómo puede tratarse? ¿Tiene tratamiento?
Como la causa es un virus, los antibióticos sólo sirven para paliar los síntomas como la fiebre, la tos, …. o las complicaciones (y no todas).
Sí, tiene una eficacia del 95%. Esto significa que en el 5% de los casos no hay respuesta inmunitaria, es decir el paciente fabrica anticuerpos protectores.
En España la vacuna se administra desde 1973.
Al principio solo se vacunaba de sarampión. Desde 1981 se administra la triple vírica (sarampión + paperas + rubéola).
Para conocer las pautas de vacunación infantil, consulta el calendario de tu CC.AA.
En general se recomiendan dos dosis: una a los 15 meses y otra a los 11 años (estos criterios pueden haber cambiado).
Si se produce alguna epidemia, se recomienda adelantar la primera dosis a los 9 meses, aunque se mantenga la de los 15 meses.
Esta vacuna se hace con virus atenuados, por eso es posible que aparezcan efectos secundarios, como fiebre moderada o alta entre el 7º y 12º día.
La fiebre puede durar 2-3 días e incluso se puede producir un sarpullido leve.