Cuando el bebé aprende a gatear, en torno a los 8 meses, es todavía muy pequeño para advertir el peligro. Esto se junta con que el bebé siente, a esta edad, un fuerte impulso por explorar y descubrir su entorno. Unas sencillas medidas pueden ayudarnos a que nos despreocupemos por la seguridad de nuestro bebé, permitiéndole aprender y desarrollar la inteligencia y los sentidos.
Su hijo ha comenzado a gatear. Es hora de eliminar todo aquello que supone un riesgo para el bebé.
En el hogar
- Utilice protectores para todos los enchufes de la casa que estén a la altura del bebé.
- Si hay escaleras en la casa, ponga una barandilla o cancela a cada lado para evitar que el bebé se caiga.
- No deje líquidos o comidas calientes cerca del niño ni colocados en el filo de una mesa a la que él tenga acceso.
- No deje al bebé solo en el baño o cerca de palanganas, cubos… que contengan abundante agua.
- No permita que gatee cerca de estufas, radiadores o braseros.
- Mantenga las medicinas y productos de limpieza en lugares seguros y alejados de su alcance. También hay que vigilar las colillas, cremas, esmaltes…
- No le dé comida difícil de masticar.
- No deje pequeños objetos en la zona por la que gatea su hijo.
- Coloque pestillos y/o cerrojos en armarios, frigorífico, alacenas, cajones…
Fuera de casa también hay que controlar la seguridad del bebé:
- En el coche utilice una silla segura y homologada y compruebe que el bebé esté bien atado.
- Compruebe el cinturón del cochecito del bebé para evitar que se pueda soltar con algún movimiento brusco.