Los Reyes Magos son unas de las figuras navideñas que más atraen a los niños. Son los personajes mágicos que premian el buen comportamiento de los pequeños con regalos. Escribir la carta a los Reyes es una actividad a través de la que los niños pueden analizar cómo se han portado durante el año. Si han sido buenos, los Reyes les compensarán con los regalos que desean.
La noche del 5 al 6 de enero es muy especial para los niños. La celebración de la Epifanía, festividad que celebra la iglesia cada año el día 6 de enero, es una de las tradiciones más arraigadas en España.
Los Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar) recompensan el buen comportamiento de los niños con regalos en una noche mágica. En su origen, a los niños que no cumplían con sus obligaciones, se les castigaba con carbón. Hoy el carbón se ha convertido en un simbólico dulce de azúcar.
En la actualidad, los niños escriben una carta a sus Majestades en la que hacen balance del año y describen sus buenos propósitos. En ella piden sus regalos y expresan sus deseos. Escribir la carta a los Reyes significa para los niños un momento de reflexión y un cauce diferente para comunicar sus ilusiones. Un acto emocionante para los niños es la entrega de la carta. Se la pueden llevar a un paje, entregársela a los padres o enviarla por correo.
La víspera de Reyes, antes de acostarse, los niños preparan junto a sus padres un tentempié para reconfortar y agradecer la llegada de los Reyes a su hogar. Cuando han de conciliar el sueño, muchos niños se sienten nerviosos y excitados. Es posible que oigan pasos de madrugada, e incluso vean a Sus Majestades entrar o salir por la ventana o el balcón.
La mañana del 6 de enero, los niños descubren los regalos junto a sus zapatos o colocados bajo el árbol de Navidad. Después de abrir los paquetes, se desayuna en familia el típico roscón de Reyes, un bollo dulce con aroma de azahar, con forma de anillo. En el interior del roscón se encuentra una sorpresa que los niños buscan con impaciencia.
Año tras año, los padres mantienen el mágico secreto de la noche de Reyes, del que todo el mundo es cómplice, como quien guarda un tesoro. La intensidad con la que viven los niños ese momento, llena a los padres de satisfacción y compensa el estrés de los preparativos de los días anteriores.
¡Feliz Reyes Magos!