Según un estudio sobre bebés prematuros, realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, una atención personalizada desde el momento de su nacimiento mejora notablemente su desarrollo cognitivo, psicomotor y social. Esta mejoría se da en todos los prematuros, pero a partir de los tres años disminuye o aumenta en función de su peso al nacer.
Redacción/elbebe.com
Los bebés prematuros son los que nacen antes de la semana 37 de gestación, mientras que un bebé nacido a término lo hace entre la semana 37 y 41. Debido a su inmadurez, estos bebés presentan más problemas de salud y de desarrollo a nivel intelectual o social que los bebés nacidos a término.
Para comprobar su evolución hasta los 18 años, la Escuela de Salud Pública de Harvard realizó un seguimiento a 985 prematuros que nacieron antes de la semana 33. Los responsables del estudio dividieron a los bebés en dos categorías, en función de su peso. Por un lado, los bebés que pesaron más de 2.000 gramos al nacer y por otro, los grandes prematuros, que pesaron menos de 2 kilogramos.
El seguimiento consistió en una visita semanal al especialista, hasta el primer año de vida. Dos veces al mes hasta los tres años y, más tarde, en acudir a un centro de día cinco días a la semana.
A los tres años se les realizó la primera evaluación y se comprobó que los bebés de mayor peso habían mejorado su coeficiente intelectual hasta alcanzar una puntuación de 14, mientras que los grandes prematuros obtuvieron seis puntos menos en la prueba de inteligencia.
Al cumplir 18 años, el 64% de los participantes del programa se volvió a examinar. Los resultados señalan que el primer grupo volvió a obtener resultados aceptables en las pruebas de matemáticas y lectura. Pero, no ocurrió lo mismo con el segundo grupo, que se mantuvo invariable. Los autores del estudio se mostraron preocupados con los resultados obtenidos por los bebés de menor peso.
Una de las investigadoras y profesoras de salud maternoinfantil de la Escuela de Salud Pública de Harvard, Marie McCormick, señaló que es muy importante realizar un seguimiento desde que los bebés reciben el alta hospitalaria hasta años más tarde.