Entre los 8 y los 12 meses de edad podemos introducir el huevo en la dieta del bebé. Se recomienda empezar dándole sólo la yema, porque la clara puede provocarle alergia. La clara puede ofrecérsele a partir de los 12 meses. El huevo es un alimento muy nutritivo. Aporta, sobre todo, proteinas, minerales y vitaminas. Puede cocinarse de muchas formas diferentes y es fácil de masticar y tragar para el bebé.
Los huevos de aves están compuestos de un 70-75% de agua, pero el componente más importante desde el punto de vista de la nutrición son las proteínas.
La albúmina del huevo proporciona a los humanos una gran cantidad de aminoácidos esenciales (nuestro organismo no es capaz de producirlos por sí mismo).
Hay proteínas tanto en la clara (8,6%) como en la yema (12%). La yema, además, tiene un 12% de grasa, por lo que se recomienda limitar el consumo de huevos a 2-3 a la semana.
Los huevos aportan también minerales (fósforo, magnesio, calcio, potasio, sodio, azufre) y vitaminas A, B y D.
Hay infinidad de formas de cocinar los huevos, que se pueden tomar solos o acompañando a otros alimentos o formar parte de platos como el flan, los bizcochos y un largo etcétera.