El chupete es un objeto que casi todos los bebés utilizan. Sin embargo, es positivo plantearse hasta qué punto los bebés lo necesitan realmente. De esta manera se puede evitar su uso excesivo, ofreciéndolo sólo en los momentos en los que de verdad lo necesita.
El uso del chupete es una práctica muy extendida en nuestra cultura. Es más, en toda canastilla de recién nacido nunca falta uno o varios chupetes.
En general, aceptamos que el bebé necesita un chupete sin cuestionarnos la veracidad de esta afirmación. Tenemos tan interiorizada la imagen del bebé con su chupete que ni tan si quiera nos planteamos la idea de probar a no darle el chupete a un bebé recién nacido.
Sin embargo, la realidad es completamente diferente. Hay muchos bebés que no usan chupete. Es más, muchos bebés lo rechazan aunque se les ofrezca.
La necesidad de succión del bebé no siempre es nutritiva
Obviamente, el bebé tiene una fuerte necesidad de succión desde que nace. Es esta necesidad la que le impulsa a succionar el pezón materno para alimentarse. Pero también tiene una necesidad de succión no nutritiva.
La succión no nutritiva del bebé es la que le aporta afecto, seguridad y tranquilidad al bebé. La succión no nutritiva le permite al bebé relacionarse con su madre, sentir el contacto y el afecto que le calma y le tranquiliza.
Durante los primeros meses de vida es esta succión la herramienta más poderosa que posee el bebé para gestionar sus emociones.
Sin embargo, muchas veces se ofrece al bebé el chupete para satisfacer esta necesidad de succión no nutritiva, sustituyendo (a ratos) el pecho de la madre. Lógicamente, el chupete es mucho menos enriquecedor emocionalmente que el pecho de la madre.
Además, el uso excesivo del chupete puede causar problemas odontológicos. El pecho materno, por el contrario, es ergonómico, por lo cual su succión nunca causará problemas al niño.
Aun así, en muchos casos, la madre no puede o no quiere ofrecer su pecho al bebé siempre que éste lo necesite. En estos casos, el chupete satisface la necesidad de succión no nutritiva del bebé.
Ofrecer el chupete sólo en algunas situaciones
- Por lo tanto, lo más recomendable es ofrecer el chupete al bebé (si así lo deciden los padres y el bebé lo acepta) sólo en momentos puntuales en los que el pequeño realmente lo necesita (cuando está muy alterado, angustiado o para coger el sueño, por ejemplo).
- Es importante no utilizarlo en exceso y tener en cuenta que es mejor que el bebé gestione sus emociones a través del afecto y la tranquilidad que sus padres le aportan. El chupete ha de usarse como un apoyo a la capacidad de los padres para ofrecer bienestar a su bebé.
- Debemos plantearnos, reflexionar y decidir en qué situaciones nuestro bebé necesita el chupete. Es importante evitar caer en el hábito de ofrecerle al bebé el chupete permanentemente, como si éste fuese un apéndice más de su cuerpo.
- En realidad, el bebé no necesita estar todo el tiempo succionando el chupete, por ello es recomendable ofrecerlo como apoyo sólo en situaciones concretas en las que se necesite apoyo para tranquilizar al bebé.
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