Un grupo de investigadores de Canadá y Barcelona analizaron cómo percibían los bebés otros idiomas. Los resultados de sus estudios señalan que los bebés conocen una lengua y la diferencian de otra a través de los gestos de la cara y del movimiento de los labios, sin la necesidad de escuchar el sonido de las palabras. Y el interés de los bebés disminuye a partir de los 8 meses si no tienen un familiar bilingüe que les estimule a hablar otro idioma.
Hasta el momento se sabía que para hablar era fundamental el desarrollo del sentido del oído. Ahora se sabe que los bebés distinguen una o más lenguas sin la necesidad de que el interlocutor emita ningún sonido.
Estas son las conclusiones a las que llegaron un grupo de investigadores de varias universidades como la British of Columbia de Vancouver (Canadá), la de Barcelona, el Instituto Catalá de Recerca i Estudis Avancats (ICREA) y el Grupo de Investigación en Neurociencia Cognitiva (GRNC).
Los expertos realizaron diferentes estudios en bebés de 4, 6 y 8 meses de familias monolingües y plurilingües. Las pruebas consistieron en proyectarles un vídeo sin voz con imágenes de personas que leían un fragmento, en inglés y otro en francés, del famoso libro de Antoine de Saint- Exúpery, El Príncipito.
Durante la emisión del vídeo, los bebés eran capaces de reconocer la lengua y permanecer atentos a los gestos de la cara de su interlocutor. Pero, al cabo de unos minutos, perdían el interés.
Para volver a captar su atención, los expertos les proyectaba otra imagen en otro idioma y de esta forma, los bebés volvían a recuperar el interés. Conforme van creciendo, el interés por conocer otra lengua disminuye.
Los resultados señalan que a los 8 meses pueden perder esta habilidad si no tienen un familiar bilingüe que les estimule a hablar otra lengua extranjera.
Fuente: sciencenow.sciencemag.org