Los ejercicios de respiración, que se enseñan en las clases de preparación al parto, te resultarán de gran ayuda al dar a luz. Los hay de diversos tipos y pueden practicarse en casa. A cada momento del parto corresponde un tipo de respiración: respiración jadeante durante la dilatación, respiración abdominal cuando empiecen las contracciones más fuertes y respiración torácica para la expulsión del feto.
En las clases de preparación al parto también se enseñan ejercicios de respiración a la embarazada, muy útiles para el parto. Son ejercicios que la mujer debe practicar en casa.
Primero, tome aire por la nariz y note cómo se llenan sus pulmones, al tiempo que se hincha poco a poco su abdomen. A continuación, suelte progresivamente el aire por la boca mientras contrae los músculos del diafragma.
Este tipo de respiración se debe realizar cuando comienzan las contracciones más fuertes.
Se trata de respirar con rapidez y de forma entrecortada, para que la parte superior del tórax suba y baje, sucesivamente.
Este tipo de respiración es muy útil durante la dilatación, impidiendo que durante las contracciones el fondo del útero y el diafragma entren en contacto. También sirve para controlar el deseo de pujar cuando todavía no es el momento.
Realice dos o tres respiraciones profundas y cortas desde el tórax. Antes de expulsar el aire, contraiga los músculos abdominales y relaje la parte baja de la pelvis. Cuando ya no pueda mantener por más tiempo la respiración, suelte el aire relajando el abdomen.
Este ejercicio se puede realizar sentada o tumbada y se utiliza durante el periodo de expulsión del feto. Es lo que se conoce como pujos, ya que la madre siente una gran necesidad de empujar, entre contracción y contracción.
Durante el último mes de embarazo, es mejor realizar este ejercicio de respiración con precaución para evitar que se adelante el parto.