El embarazo múltiple se produce cuando se introducen dos o más embriones en un mismo útero. El embarazo múltiple puede dar lugar a gemelos, mellizos, trillizos… Las molestias de la embarazada suelen ser más agudas en este tipo de embarazos. Las causas no están del todo determinadas, aunque se cree que existe una predisposición genética. Un embarazo de este tipo exige más reposo y mayor control médico.
Los embarazos múltiples se producen cuando un útero contiene más de un feto. Muchos padres, al conocer la noticia, se preguntan si sus bebés serán gemelos o mellizos.
El embarazo univitelino produce gemelos idénticos (un óvulo fecundado por un espermatozoide), mientras que el embarazo dicigótico produce mellizos (dos óvulos fecundados por dos espermatozoides).
En cualquier caso, ante un embarazo múltiple (sean gemelos, mellizos o trillizos) la mujer debe extremar los cuidados, ya que aumenta el riesgo de complicaciones. Y puede sufrir un mayor número de las molestias típicas del embarazo como la acidez de estómago, el estreñimiento, varices, etc.
Cuando un espermatozoide fecunda un óvulo y éste se separa en dos, la mujer queda embarazada de gemelos. Es el llamado embarazo univitelino o monocigótico que puede ser de diversos tipos:
- Dos placentas (bicorial) y dos bolsas (biamniótico)
- Una placenta (monocorial) y dos bolsas (biamniótico)
- Una placenta (monocorial) y una bolsa (monoamniótico)
- Una placenta y una bolsa con fetos fusionados (siameses)
Este embarazo produce dos gemelos idénticos, del mismo sexo, con el mismo material genético. Por esta razón suelen ser muy parecidos y tienen el mismo grupo sanguíneo, el mismo color de pelo y de ojos.
Puede ocurrir también que dos óvulos sean fecundados por dos espermatozoides, en cuyo caso los bebés serán mellizos o gemelos no iguales. En el embarazo dicigótico, los fetos se desarrollan en dos placentas y dos bolsas, por lo que todos son bicoriales y biamnióticos.
Sus rasgos físicos y sus caracteres hereditarios son distintos. No se parecen más que dos hermanos cualesquiera y pueden ser de distinto sexo. Este tipo de embarazo es tres veces más frecuente que el monocigótico.
Dentro de este grupo de embarazos dicigóticos se pueden producir algunas situaciones curiosas como la superimpregnación. Se trata de la fecundación de diferentes óvulos por diferentes espermatozoides de coitos distintos.
Puede ocurrir que dos óvulos de un mismo ciclo sean fecundados por dos espermatozoides diferentes de coitos diferentes (superfecundación) o que dos óvulos de dos ciclos diferentes sean fecundados por dos espermatozoides de coitos diferentes, con lo que los fetos tendrían distinta edad (superfetación).
No existe un consenso sobre el origen de los embarazos gemelares. Por un lado, se dice que la posibilidad de tener un embarazo múltiple depende de factores hereditarios, que se transmiten a través de la madre, generalmente, cada dos generaciones.
Por otro lado, se afirma que el azar desempeña un papel importante. También se habla de factores relacionados con:
- La raza, ya que hay un elevado porcentaje de embarazos gemelares entre mujeres centroafricanas
- La edad, ser mayor de 35 años
- El número de embarazos anteriores de la madre
Las técnicas de reproducción asistida y los tratamientos de fertilidad tienen también una estrecha relación con algunos embarazos gemelares o múltiples, por los tratamientos que se le aplican a la madre para estimular los ovarios.
La presencia de gemelos se puede detectar desde antes de la semana 8 del embarazo mediante ecografía. Los signos externos más obvios de un embarazo múltiple son el gran tamaño del abdomen y la forma ovalada del vientre (en lugar de redondeada) debido a que los fetos suelen empujar el abdomen hacia delante o hacia los lados.
La noticia de que se esperan gemelos suele ser una sorpresa para los padres. A las inquietudes típicas del inicio del embarazo, se suman otras nuevas. Por ejemplo, las futuras madres sienten ciertas dudas y ansiedad respecto a cómo van a poder alimentar a dos bebés a la vez.
Estos embarazos resultan más agotadores y por eso el descanso es fundamental para la madre a lo largo de los nueve meses. El organismo de la mujer tiene que adaptarse a los cambios normales de cualquier otro embarazo, aunque el esfuerzo de cada órgano será el doble.
Las molestias también se multiplican, sobre todo al final de la gestación. Por eso es recomendable el ejercicio para fortalecer los músculos como la gimnasia para embarazadas, aunque no después de la semana 24 del embarazo por riesgo de amenaza de parto pretérmino.
El nacimiento de gemelos suele adelantarse, produciéndose en la semana 37. El motivo principal es la falta de espacio en la cavidad uterina, lo que provoca que los bebés tengan un peso menor al nacer.
Un embarazo de este tipo exige un mayor control por parte del médico, con objeto de detectar posibles alteraciones, como hipertensión arterial, anemia o edema.