El destete es el proceso por el cual el bebé va aprendiendo a comer alimentos distintos de la leche y, poco a poco, va abandonando la lactancia materna. Este proceso puede relizarse a distintos ritmos, en función de las necesidades de la madre y del bebé, pero debe hacerse de forma paulatina siempre que sea posible. Así evitaremos reacciones negativas del bebé ante un cambio brusco.
La palabra destete puede confundir. Para unos significa estrictamente la supresión de la lactancia materna . Para otros, el proceso gradual de introducción de nuevos alimentos en la dieta del niño.
- ¿Cuál es la edad ideal?
- ¿Por qué hay que dar otros alimentos a partir de los 6 meses?
- Algunas situaciones que producen la supresión de la lactancia
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda hoy en día que los bebés reciban exclusivamente leche materna durante los primeros 6 meses de su vida y que los nuevos alimentos se introduzcan poco a poco a partir de esa edad, sin necesidad de suprimir el pecho.
No hay una edad en que tomar leche materna sea perjudicial para el niño ni para su madre.
Nuestros abuelos solían mamar hasta los 2 años. En la actualidad se considera que deben ser la madre y el bebé quienes decidan la duración de la lactancia materna.
La leche materna es un producto único y especial para alimentar bebés. No pierde calidad al pasar el tiempo. Aunque el bebé tenga 2 años, la leche de su madre sigue proporcionándole alimento y defensas.
Hay casos en que es el propio bebé quien inicia el destete. Va perdiendo interés por el pecho, prefiere otros alimentos, se distrae jugando. Puede ocurrir a cualquier edad.
Otras veces es la madre quien considera que no desea seguir amamantado, tiene otro bebé o se le presenta cualquier tipo de dificultad.
Lo deseable es que el destete sea paulatino. Durante ese periodo el bebé necesitará mucha atención y cariño para facilitarle el cambio.
¿POR QUÉ HAY QUE DAR OTROS ALIMENTOS A PARTIR DE LOS 6 MESES?
Su aparato digestivo ya ha madurado. Al principio, el bebé solo puede alimentarse con leche. Otros alimentos pueden perjudicarle produciéndole, por ejemplo, alergias, intolerancias, diarreas… A partir de esta edad, el bebé digiere mejor, sus glándulas digestivas funcionan mejor. El intestino es capaz de impedir que pasen sustancias irritantes…
Otros órganos, como el hígado y el riñón, funcionan también mejor.
Ha desarrollado otras capacidades tales como:
- Aprender a abrir la boca y dejar entrar a la cuchara (el bebé más pequeño tiene un reflejo llamado de «protusión de la lengua», o sea, que tiene una marcada tendencia a sacar la lengua, con lo que empuja fuera a la cuchara).
- Ya tiene la capacidad de mantenerse sentado para tomar papilla.
- Ya abre la boca cuando tiene apetito y la cierra, girando la cabeza cuando está saciado.
Además, necesita algunos nutrientes más para desarrollarse bien: más calorías y proteínas totales. Y también más hierro.
ALGUNAS SITUACIONES QUE PRODUCEN LA SUPRESIÓN DE LA LACTANCIA
En la práctica, el paso del pecho a otra alimentación es diferente en cada caso, según las circunstancias que dificulten la lactancia materna.
Los bebés no necesitan acostumbrarse a alimentarse con biberón ¡de mayores van a usar cubiertos!
La mayoría de los bebés alimentados al pecho rechaza comer con biberón. Para ellos es más fácil usar cuchara o vaso. No hace falta empeñarse en que use biberones.
Esto tiene la ventaja de que los niños que toman el pecho suelen aceptar muy bien los cambios de alimentación, les encanta la comida «de mayores».
Hay diversas situaciones tras las cuales se produce casi inevitablemente la supresión de la lactancia materna. Sin embargo, con los conocimientos actuales, no tiene por qué ocurrir.
- La madre cree que tiene poca leche. El bebé está sano.
- Pedir consejo a un experto/a en lactancia. Es posible volver a producir leche en cantidad después de 2-3 días de dedicarse sólo a dar el pecho.
- Dar un biberón suplementario contribuye a que el pecho produzca menos leche aún.
- En caso de que el bebé esté pasando hambre de veras, es recomendable darle los suplementos con una cuchara, un vaso pequeño o una jeringa.
- Disminución temporal de leche. El niño o la madre han estado enfermos.
- Estimular el pecho a menudo poniendo al bebé a mamar o con un sacaleches. En 2-3 días, se tiene otra vez mucha leche.
- Cuidarse un poco: descanso, buena alimentación.
- Fin del permiso de maternidad. Horario flexible. Posibilidad de utilizar la hora de lactancia.
- Necesidad de supresión brusca por enfermedad grave. Del niño o de la madre.
- Si no hay más remedio, el bebé se adaptará a los biberones. Suele ser mejor que lo alimente otra persona pues el bebé notará el olor de su madre y buscará el pecho.
- Conviene asegurarse de que la supresión de la lactancia es imprescindible.
- Valorar la posibilidad de volver a dar el pecho una vez superado el problema. Más información: Relactación