Las Flores de Bach son esencias de flores que ayudan a tratar emociones negativas de los niños como las rabietas, la hiperactividad o el miedo ante determinadas situaciones. Los bebés y niños pequeños, al igual que los adultos, también pueden sufrir situaciones de estrés ante hechos como un divorcio, un examen en el colegio o un cambio de domicilio. También, muchos niños, por su carácter o temperamento, experimentan temor, inseguridad, timidez, nerviosismo…
En ocasiones, estas emociones negativas pueden derivar en problemas mayores relacionados con el sueño infantil (pesadillas, insomnio, terrores nocturnos), con el control de esfínteres (enuresis nocturna) o con el aprendizaje (hiperactividad). Para equilibrar estas emociones, en el mercado existen algunos remedios naturales como las Flores de Bach.
¿Qué son las Flores de Bach?
Las Flores de Bach son esencias de 38 flores, plantas y arbustos, que se utilizan para tratar determinados desequilibrios emocionales. Sus efectos se conocen desde hace más de 70 años en todo el mundo.
Su descubridor, el conocido médico inglés Edward Bach, exploró todos los campos de la medicina convencional y comprobó que no todos evolucionamos de la misma forma ante una misma enfermedad.
Insatisfecho con los resultados de la medicina tradicional, creó un jardín, que hoy se conoce como Centro Bach, con la intención de buscar una sencilla terapia natural basada en las emociones para ayudarnos a mantener una buena salud.
Cada esencia trata un problema determinado como el miedo a los cambios, el nerviosismo, el pesimismo, el desánimo, la angustia, la inseguridad…
¿Quién puede tomar Flores de Bach?
Las Flores de Bach las puede tomar todo el mundo. Desde bebés recién nacidos hasta adultos y ancianos. Son suaves en acción y no tienen ningún efecto secundario. También pueden utilizarse conjuntamente con otros medicamentos, alimentos o bebidas.
Aunque las Flores de Bach son totalmente inofensivas, conviene consultar con el médico, pediatra o terapeuta el tipo de tratamiento que mejor se adapta a nuestro caso.
Flores de Bach para niños. Un remedio para cada problema
A continuación os mostramos algunas de las flores que podemos utilizar para tratar de equilibrar las emociones que producen diferentes problemas infantiles relacionados con la ansiedad, la hiperactividad o las rabietas, entre otras.
1. Favorece la independencia
Chicory (Archicoria). Favorece la independencia de los niños. La esencia de esta flor se utiliza para tratar a niños que están muy «enmadrados» o han crecido excesivamente «sobreprotegidos». Su comportamiento suele ser caprichoso, posesivo y reclaman constantemente el afecto de los padres. Esta esencia ayuda a los niños a trasformar su energía negativa en emociones positivas.
2. Mejora las relaciones sociales
Mimulus (Mímulo). Ayuda a los niños a ser más sociables. Es adecuada para niños tímidos que no se relacionan fácilmente con los demás. También se utiliza en casos en que los niños experimentan miedo, ansiedad o angustia ante determinadas situaciones, como momentos previos a un examen, a una competición o a una exposición en clase. Nos ayuda a enfrentarnos con seguridad, valentía y humor a las dificultades.
3. Proporciona seguridad
Walnut (Nogal). Proporciona seguridad a los niños. Se utiliza en aquellas personas a las que les cuesta adaptarse a los cambios: de casa, de colegio o de entorno familiar.
4. Ayuda a relajarse
Vervain (Verbena). Para niños hiperactivos. Esta esencia se utiliza, sobre todo, para tratar el exceso de entusiasmo. Favorece la moderación, la tolerancia y la capacidad de relajarse.
5. Imprime confianza
Larch (Alerce). Para tener más confianza. Los niños retraídos que no avanzan por inseguridad o falta de confianza pueden probar los efectos de esta esencia conocida como Larch.
¿Cómo pueden tomar las Flores de Bach los niños?
Existen dos formas de tomar las Flores de Bach, tanto para los adultos como para los niños. Podemos tomar una sola esencia o una fórmula de esencias combinada. Veámos en qué consiste cada una:
1. El preparado simple: la esencia de una flor.
Consiste en aplicar dos gotas de la flor escogida en agua mineral. Pero también puede ser en un zumo de frutas o en cualquier otra bebida caliente. Y tomar a sorbos, al menos, cuatro veces al días, aunque podrían ser más. Si se trata de un bebé se puede aplicar las gotas en el biberón.
La esencia de la flor también se puede aplicar directamente en la lengua si necesitamos utilizar el remedio de forma inmediata. Por ejemplo, si el niño tiene miedo a volar podemos ofrecerle unas gotas de Mimulus momentos antes de coger el avión.
2. El preparado compuesto: la esencia de varias flores.
Para el uso de varias flores se puede preparar una mezcla de un máximo de 7 flores. Dos gotas de cada una en un gotero de 30 ml con agua mineral. Se puede tomar de forma directa o tomando 4 gotas de la mezcla cuatro veces al día, como mínimo. También se puede tomar aplicando unas gotas en las muñecas, labios o sienes, o hacer friegas con la mezcla en las zonas afectadas.
Los Flores de Bach se pueden tomar tantas veces al día como sea necesario hasta notar el alivio del problema o de la situación que nos produce angustia. Para situaciones puntuales o pasajeras se puede notar un alivio inmediato, pero si el problema está más arraigado es posible que sean necesarios varios días o semanas.
Las Flores de Bach están disponibles en farmacias, parafarmacias y puntos de venta de productos dietéticos.
En tu caso, ¿has utilizado alguna vez Flores de Bach en niños?, ¿te han resultado útiles?, ¿qué te parece el uso de las terapias alternativas?