La Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana autorizó, el pasado 12 de diciembre de 2006, la aplicación de la técnica de diagnóstico preimplantacional para salvar a tres niñas con enfermedades genéticas.
Tres familias valencianas podrán concebir otro hijo sano, compatible con su hijo enfermo, mediante la técnica de Diagnóstico Preimplantacional.
Significa un paso más adelante en la legislación española tras haber sido aprobado por la Comisión Autonómica de Reproducción Asistida, órgano asesor y dependiente del Ministerio de Sanidad. Antes de junio de este año, sólo se podía aplicar este tratamiento para tener hijos sanos. Ahora, y desde la aprobación de la Ley de Reproducción asistida, también para salvarlos.
Los tratamientos comenzarán a finales de enero o, como mucho, principios de febrero. El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), centro privado que ha gestionada las solicitudes de las tres familias al ministerio, será el encargado de realizar todo el proceso.
Con esta técnica se beneficiarán 3 niñas. La mayor, de 5 años, padece Anemia de Fanconi. Esta dolencia es una enfermedad hematológica que merma su capacidad de reproducir células sanguíneas. Para salvarla, su madre Eugenia, de 44 años, tendrá que someterse a un tratamiento de fecundación in vitro.
Los embriones seleccionados deben cumplir 2 requisitos:
- Estar libres de la enfermedad genética de la hermana.
- Que los tejidos sean compatibles con los de la niña y eviten el rechazo del trasplante. La proporción de validez de los embriones es de 3 sobre 16.
Una vez seleccionado el embrión compatible habrá que transferirlo al útero de la madre. El objetivo es que anide y salga adelante. Sin embargo, esto no siempre ocurre. El éxito del tratamiento suele ser del 35-40%.
Además, las mujeres de edad superior a los 37 años tienen más dificultades para quedarse embarazadas. “Está claramente demostrado que la probabilidad de tener embriones y fetos anormales (cuya manifestación más clara es el aumento de abortos y de niños con problemas al nacer) aumenta con la edad, tendencia que se incrementa sobre todo a partir de los 40 años”, aseguran los genetistas del IVI. Eugenia ya se sometió a este tratamiento el año pasado en Bruselas. Pero, tras 6 ciclos, ninguno terminó bien.
Las otras dos pequeñas, que padecen enfermedades poco conocidas como Beta Talasemia Mayor, no superan el año de edad. Este trastorno provoca la degradación de los glóbulos rojos y produce anemia. Sus madres tienen 29 y 34 años, respectivamente. Por primera vez se podrá aplicar el diagnóstico preimplantacional en España.