La expresión plástica permite a los niños expresarse a través de actividades manuales, sobre todo mediante dibujos y pinturas cuando adquieren un nivel de desarrollo psicomotor adecuado. En estos trabajos manuales, los niños reflejan sentimientos, emociones y deseos. Además, desarrollan su creatividad y su inteligencia.
La expresión plástica es un vehículo que los niños utilizan para comunicarse con sus padres, y con su entorno. Los niños interpretan la realidad como la ven a través de dibujos y/o garabatos.
La expresión plástica o artística es una forma más de comunicarnos, de la misma manera que los bebés utilizan el llanto cuando todavía no saben expresar con palabras sus sentimientos y/o necesidades.
A partir de los 18 meses los niños adquieren cierta habilidad manual, que les permite sujetar pinturas y lápices de forma adecuada.
Todavía falta un tiempo para que el niño adquiera mayor destreza con el uso de las manos. Sin embargo, ya puede utilizar estos materiales para empezar a expresarse mediante dibujos y trabajos manuales.
Los niños pequeños utilizan la fantasía e imaginación al hacer un trabajo plástico, por lo que muchas veces lo que vemos representado no concuerda con los gustos y estética de los adultos. ¡Déjale libertad para expresarse!
El medio de expresión plástica más común y sencillo es el dibujo.
Hasta los 4 años, los niños dibujan garabatos al principio sin ningún tipo de control ni sentido, pero poco a poco tendrán cada vez más forma.
En esta primera etapa del desarrollo plástico, lo importante no es representar la realidad tal y como es, sino expresar las emociones y sentimientos que el niño siente.
Consejos para estimular la expresión plástica de tu hijo
1. Ofrece a los niños una amplia gama de materiales
Durante los primeros años al niño no le importan los colores, ni el material que utiliza, tan sólo disfruta dándose cuenta de que es él quien está haciendo ese trabajo, independientemente de cómo y con qué lo hace.
A pesar de todo, debemos ofrecerle una amplia gama de materiales y texturas para que experimente. No hay que limitarse al papel y pintura comunes.
Mirad cómo reacciona y experimenta el niño con diferentes tipos de papeles, pinturas que no sólo se utilicen en forma de lápiz, sino que se pueden utilizar con pincel, e incluso -algo con lo que realmente disfrutan- pintura para manos y cristales.
¡Ofrecerles material variado estimulará su creatividad!
2. Deja que los niños experimenten solos
Todos los niños, sin excepción alguna, son capaces de expresarse mediante la plástica. Algunos son más creativos que otros, pero independientemente de su ritmo, hay que dejarles practicar y desarrollarse.
El niño tiene que desarrollar y dominar su habilidad manual, y por ello hay que dejarlo que experimente, que dibuje lo que quiera y cuando quiera.
Debemos intervenir lo mínimo posible para que su pensamiento fluya libremente y dibuje lo que él quiere y no, lo que nosotros queremos.
3. No interpretes su dibujo, deja que el niño te lo cuente
Al contrario de lo que muchos pensamos, los pequeños no siempre dibujan pensando en lo que hacen, sobre todo los más pequeños. Primero trazan las líneas, y después interpretan lo que han hecho.
Por ello, los padres no debemos interpretar el dibujo por muy claro que creamos que esté. Pregúntale a tu hijo qué es lo que ha dibujado, para que él mismo te lo cuente.
No importa si a nuestros ojos nuestro niño no es muy creativo. La habilidad de expresarse mediante la plástica es muy útil para que los padres podamos entender qué tal se encuentra el niño tan sólo fijándonos en detalles de su dibujo.
Además, de esta forma, le ayudamos a desarrollar su personalidad y se estimula el aprendizaje y creatividad del niño.
¡Y recuerda que consiste sobre todo en pasar un buen rato!