La matronatación es una actividad acuática que realiza el padre o la madre con su bebé. Esta actividad tiene como objetivo que el bebé se familiarice con el medio acuático. También es un método de estimulación psicomotora y de relajación. Se realiza de forma lúdica. Practicando esta actividad, los padres y las madres pasan un rato agradable jugando con sus bebés en el agua.
La matronatación es un método aplicado a los bebés, asociado a la psicología, que consiste en disfrutar del agua con la madre o el padre a través de una serie de técnicas para la estimulación de la motricidad.
La matronatación pueden practicarla también embarazadas siempre que los especialistas lo aconsejen, y los niños con alguna discapacidad o accidentados para adquirir habilidades nuevas y acrecentar su mejoría.
Empieza por sesiones cortas, que van aumentando a medida que el bebé se adapta al medio y va tomando confianza, hasta los treinta minutos. Siempre hay que tener muy en cuenta la resistencia del bebé, y respetar si está molesto. Nunca hay que insistir.
La inmersión es fundamental para la adaptación del bebé al agua. Se realiza en las primeras etapas y primero de forma parcial, hasta el labio superior, para que al notar el agua instintivamente cierre la boca. Después de la experiencia, es reconfortado por el progenitor para que confíe y se sienta seguro.
Es importante elegir periodos de tiempo en que el niño esté satisfecho y descansado para acudir a las sesiones de piscina. Nunca horarios que coincidan con comidas o periodos de sueño. Hay que evitar el ruido excesivo o los horarios de más afluencia de gente para que el bebé esté tranquilo y relajado. Cuando el bebé llora o siente frío, se debe abandonar el agua.
Para las sesiones de piscina con bebés es más indicada la instalación cubierta y climatizada para evitar los cambios bruscos de temperatura. La piscina elegida debe cumplir los requisitos higiénico-sanitarios correspondientes.
Existen sistemas de desinfección sin cloro, pero en el caso de que se utilice, el nivel de cloración debe ser menor que para los adultos. Aunque la orina de los bebés es neutralizada por el cloro o el ozono, se debe impedir que los excrementos tomen contacto con el agua. Para ello es recomendable utilizar pañal bajo el traje de baño o un slip ajustado, nunca holgado.
El agua ha de estar tratada y todas las superficies bien desinfectadas. Otro punto importante a tener en cuenta es la climatización de los vestuarios para que los bebés no cojan frío.